Quizás perder la primacía global no sea tan malo para el dólar estadounidense

Últimamente se ha hablado mucho sobre la posible pérdida del estatus del dólar estadounidense como principal moneda de reserva mundial y de los bonos del Tesoro como principal activo refugio.
Algunos expertos creen que esto se debe a los elevados aranceles estadounidenses y a la forma errática en que se están aplicando. La pérdida de ese estatus especial para el dólar y los bonos del Tesoro suele considerarse negativa.
Esto se debe a que un dólar débil puede alejar a los inversores extranjeros de EE. UU., lo que podría provocar una escasez de capital interno. Al mismo tiempo, una menor demanda de bonos del Tesoro eleva las tasas de interés en EE. UU., encareciendo el endeudamiento para el gobierno, los consumidores y las empresas.
Facilitador del endeudamiento excesivo
Pero desde otra perspectiva, el estatus de moneda de reserva del dólar y de activo refugio de los bonos del Tesoro ha permitido que el gobierno, los consumidores y las empresas estadounidenses asuman niveles excesivos de deuda, al generar confianza entre los inversores extranjeros para financiarla.
En el caso del gobierno, su deuda asciende a la impresionante cifra de 36 billones de dólares, equivalentes al 123 % del PIB. La deuda de los hogares aumentó un 5,4 % en el cuarto trimestre frente al anterior, alcanzando un récord de 18,04 billones de dólares, con un repunte en los índices de morosidad. La deuda corporativa no financiera totalizó 13,74 billones de dólares, un 2,3 % más que un año antes.
Si el dólar y los bonos del Tesoro pierden su estatus privilegiado, es posible que los inversores extranjeros dejen de financiar esas deudas, lo que obligaría al gobierno, a los consumidores y a las empresas a adoptar una mayor disciplina fiscal.
Está claro que cierto nivel de deuda es frecuentemente necesario para que estos tres sectores crezcan. Por eso, sería un problema si los extranjeros dejaran de comprar deuda estadounidense por falta de confianza en el dólar o en los bonos del Tesoro.
Implicaciones globales
Pero los efectos negativos de ese estatus especial han ido más allá de Estados Unidos, señala Michael Pettis, investigador principal del Carnegie Endowment for International Peace. “El papel del dólar como principal moneda refugio ha convertido a Estados Unidos en el principal facilitador de las distorsiones económicas globales”, escribió en el Financial Times.
Por ejemplo, la fortaleza del dólar abarata las importaciones desde China y otros mercados emergentes, generando superávits comerciales para esos países y un déficit crónico para EE. UU.
Así que, quizás, la pérdida del estatus privilegiado del dólar y de los bonos del Tesoro no sea tan mala después de todo.