El FMI prevé una desaceleración en EE. UU., pero los economistas privados ven un panorama aún peor

por
imf

El Fondo Monetario Internacional acaba de publicar una perspectiva económica para EE. UU. considerablemente más optimista que las previsiones de los economistas del sector privado.

El FMI y los analistas privados coinciden en que los aranceles y las disputas comerciales representan un factor muy negativo para el crecimiento económico y la inflación. La diferencia está en el nivel de impacto que cada uno percibe en los datos económicos.

“El principal riesgo que enfrentamos es que podría haber una mayor escalada de los aranceles y las tensiones comerciales”, declaró al Financial Times el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas. “También existe el riesgo de que las condiciones financieras se endurezcan mucho más de lo que lo han hecho”. No mencionó que ese endurecimiento podría incluir una caída de los precios bursátiles y un fuerte aumento en las tasas de interés.

Posible estanflación y caída del mercado

El riesgo evidente es que la política arancelaria extrema y errática de EE. UU. termine provocando estanflación y un desplome de los mercados financieros.

El FMI pronostica un crecimiento del PIB estadounidense de 1,8 % para este año, frente al 0,8 % estimado en la encuesta de economistas de The Wall Street Journal. También proyecta una inflación de 3 % para 2025, frente al 3,6 % previsto en la misma encuesta.

El FMI sitúa en 40 % la probabilidad de una recesión en EE. UU., frente al 45 % de la encuesta. Muchos economistas, como Larry Summers de Harvard y los de JPMorgan, elevan esa probabilidad por encima del 50 %.

Más allá de las cifras puntuales, la idea básica es que los aranceles encarecen los bienes por definición, y esos aumentos se propagan por la economía, alimentando la inflación y desincentivando la inversión.

Las guerras comerciales tampoco benefician a los mercados financieros: menor crecimiento y mayor inflación implican menores ganancias para las empresas. Y las tasas de interés más altas que acompañan la inflación pueden afectar aún más a las acciones al encarecer el financiamiento corporativo.

Pobre panorama de crecimiento también en el extranjero

La situación es muy similar en Europa en términos de crecimiento económico. El FMI proyecta un aumento de apenas 0,8 % este año para la eurozona.

Pero se espera que Europa lo haga mejor que EE. UU. en materia de inflación, gracias a un crecimiento lento que limitaría los aumentos de precios al 2,1 % en 2025, según el FMI. La mayoría del comercio europeo es con países ajenos a EE. UU., lo que reduce el impacto directo de los aranceles estadounidenses en los precios del continente.

Asia probablemente tampoco salga ilesa. El FMI proyecta un crecimiento del PIB de apenas 0,6 % para Japón este año, con una inflación de 2,2 %.

Así que prepárense: podría avecinarse una desaceleración económica global.