United States Steel Corporation (NYSE: X) se encuentra en una montaña rusa por una oferta de adquisición de 15.000 millones de dólares

Las acciones de United States Steel Corporation (NYSE: X) han estado en una montaña rusa con todos los giros y vueltas. En agosto pasado, cotizaban justo por encima de los 20 dólares, antes de que la empresa revelara que había recibido un interés de adquisición no solicitado, y rápidamente subieron hasta que Nippon Steel, una empresa japonesa, acordó pagar 55 dólares en efectivo por acción. Cleveland-Cliffs (NYSE: CLF) también se sumó a la competencia, presentando una oferta que fue rechazada de 54 dólares por acción. El precio actual de alrededor de 36 dólares sugiere que el mercado no cree que el acuerdo vaya a ser finalmente aprobado por los reguladores.
Los accionistas de United States Steel Corporation aprobaron abrumadoramente la transacción en efectivo que les ofrecería una prima del 40%, pero el acuerdo enfrenta grandes obstáculos y posibles barreras regulatorias. El sindicato United Steelworkers está preocupado por posibles recortes de empleos y el presidente Joe Biden expresó el mes pasado que la empresa debería permanecer bajo propiedad estadounidense, ante la preocupación de que el control extranjero pudiera comprometer a esta industria estratégicamente importante. Es una disputa internacional que ha involucrado a poderosos cabilderos, políticos y a un competidor estadounidense que también desea comprar la empresa basada en Pittsburgh, aunque a un precio más bajo.
Cleveland-Cliffs, con base en EE. UU., anunció su interés en adquirir la compañía el año pasado, pero su oferta fue rechazada después de que Nippon Steel ofreciera pagar más. Esto no ha detenido a la empresa de librar una batalla de relaciones públicas que en ocasiones ha incluido lenguaje colorido y declaraciones que United States Steel Corporation ha calificado de «desinformación«.
«No puedes y no cerrarás tu acuerdo anunciado con Nippon Steel», dijo el CEO de Cleveland-Cliffs, Lourenco Goncalves, a principios de esta semana, argumentando que la transacción no podrá concretarse sin el apoyo del sindicato. El consejo de administración de United States Steel Corporation ha contraatacado, describiendo las declaraciones como parte de un «esfuerzo implacable y desenfrenado para descarrilar la transacción» por parte de un oferente no exitoso. También ha reafirmado el acuerdo de Nippon Steel de honrar los convenios laborales existentes con los empleados sindicalizados, mantener el nombre de la empresa y la sede en Pittsburgh. Los defensores han argumentado que la participación de Japón en el mercado del acero de América del Norte podría revitalizarlo con nuevas inversiones y mejorar la competencia.
En un movimiento que requiere nervios de acero, Nippon Steel reafirmó a principios de este mes que todavía espera cerrar el acuerdo.