Tu ADN podría ser la clave del próximo gran fármaco de Regeneron (NASDAQ: REGN)

por
Regeneron

Si alguna vez escupiste en un tubo y lo enviaste por correo a 23andMe para descubrir el origen de tus antepasados, localizar a un pariente perdido hace tiempo o averiguar tu probabilidad de desarrollar Alzheimer, pronto podrías estar ayudando a Regeneron Pharmaceuticals (NASDAQ: REGN) a desarrollar su próximo gran fármaco, tras anunciar esta semana la compra de la empresa de pruebas genéticas por 256 millones de dólares.

Aunque 23andMe fue pionera en la genómica personal directa al consumidor desde su fundación en 2006, durante años tuvo dificultades para obtener beneficios y se declaró en bancarrota en marzo, lo que generó una amplia preocupación sobre la privacidad de su enorme base de datos con información extremadamente personal, ante la posibilidad de que cayera en manos equivocadas. Regeneron —que planea mantener todos los servicios sin interrupciones— probablemente no busca oro en informes sobre ascendencia neandertal, sino el verdadero tesoro recopilado en el camino: los datos.

“Regeneron fue una de las primeras empresas biotecnológicas en apostar su futuro al poder del ADN, impulsando nuestros esfuerzos de descubrimiento de fármacos para ofrecer algunos de los medicamentos más innovadores y líderes del mundo”, declaró George Yancopoulos, cofundador y director científico. “Podemos ayudar a 23andMe a cumplir y ampliar su misión de ayudar a las personas a conocer su propio ADN y mejorar su salud personal, al tiempo que fortalecemos los esfuerzos de Regeneron por usar la investigación genética a gran escala para mejorar cómo la sociedad trata y previene enfermedades.”

Regeneron afirmó que cumplirá con todas las políticas de privacidad y leyes aplicables, y que además estará sujeta a la revisión de un Defensor del Pueblo para la Privacidad del Consumidor, independiente y designado por el tribunal. Se trata de una jugada que, en teoría, beneficia a todos: protege a los consumidores y, según Gulp Data, valora de forma justa el acervo de datos. El objetivo ahora es usar todo ese ADN para descubrir nuevos fármacos, ya que incluso un solo éxito podría representar miles de millones de dólares.

Los inversores en biotecnología se suben a una montaña rusa

Pase lo que pase, es probable que sea un recorrido vertiginoso. Las acciones de Regeneron se dispararon más de un 2.000 % entre 2010 y 2015, gracias a la aprobación de la FDA para su medicamento contra la degeneración macular asociada a la edad y al entusiasmo por su creciente portafolio. Luego, entre 2019 y 2024, las acciones subieron otro 300 %, impulsadas por nuevos tratamientos para la COVID-19 y enfermedades inflamatorias crónicas.

Pero las caídas pueden ser igual de pronunciadas. En el último año, las acciones han caído casi un 40 % por la disminución en las ventas de sus tratamientos estrella, el aumento de la competencia y una demanda colectiva que acusa a la empresa de proporcionar información engañosa sobre precios y reembolsos de Medicare. Los fabricantes de medicamentos especializados siempre están a un acierto de la próxima gran subida —o a un tropiezo de una caída abrupta—, y todo puede depender de una sola aprobación o rechazo por parte de la FDA.

Por eso resulta tan interesante la compra de 23andMe por parte de Regeneron. No es solo una apuesta por un fármaco nuevo, sino por un banco de datos que puede aprovecharse para buscar sistemáticamente numerosos tratamientos. Yancopoulos, especialista en inmunología molecular, fue uno de los investigadores más citados en ciencias biomédicas en la década de 1990, y la empresa ya ha utilizado la genética humana en su proceso de descubrimiento. Su base actual de 2 millones de exomas secuenciados está a punto de crecer exponencialmente.

Los usuarios de 23andMe se convierten en el producto

“La adquisición está alineada con la estrategia de Regeneron en torno a las pruebas genéticas y la investigación genómica”, declaró Jason Saltzman, director de análisis de CB Insights, en una publicación de LinkedIn. Añadió que la empresa también colabora con hospitales para vincular datos genéticos con historiales médicos, en busca de nuevos fármacos.

“Para Regeneron, los datos genéticos de 23andMe de 15 millones de personas serán un activo extraordinario para obtener información genómica a gran escala, y deberían acelerar los caminos y tiempos del descubrimiento de nuevos medicamentos”, añadió.

Por supuesto, existen riesgos, especialmente en lo relacionado con cómo se sentirán los usuarios al saber que sus genomas —quizás la información más sensible que existe sobre una persona— están en manos de una farmacéutica. El fiscal general de California, Rob Bonta, por ejemplo, ha recordado a los usuarios su derecho a que se eliminen sus datos. Regeneron deberá convencer a sus nuevos usuarios (productos) de 23andMe del valor de la propuesta.

La verdadera prueba será si Regeneron puede convertir millones de muestras de saliva en descubrimientos de miles de millones de dólares, sin alienar a las personas cuyo ADN lo hace posible. Con una capitalización bursátil de 64.000 millones de dólares, sin embargo, el precio que está pagando por averiguarlo es relativamente bajo.