Las tasas largas golpean a muchos, pero favorecen a los bancos

El aumento de las tasas de interés a largo plazo generalmente perjudica a las empresas estadounidenses, ya que eleva sus costos de financiamiento.
Pero la situación es distinta para los bancos. Pueden beneficiarse del alza de las tasas largas, ya que obtienen ganancias con el diferencial entre las tasas de corto y largo plazo. Los bancos se financian a tasas cortas y obtienen ingresos a tasas largas.
El fondeo a corto plazo proviene de depósitos de clientes y préstamos interbancarios, mientras que los ingresos a largo plazo provienen de préstamos y bonos. Por eso, los ingresos bancarios aumentan cuando los rendimientos de los bonos a largo plazo suben y las tasas cortas bajan o suben menos.
Eso suele favorecer a las acciones bancarias. Los rendimientos de los bonos del Tesoro a diez años y el índice bancario KBW Nasdaq se han movido en sincronía durante décadas (véase el gráfico a continuación: el índice bancario aparece en rosa).

La prima está subiendo
Hoy por hoy, la prima de las tasas largas sobre las tasas cortas va en aumento. El diferencial entre los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años y los de tres meses subió de -1,5 puntos porcentuales el 2 de agosto pasado a -0,15 puntos el viernes pasado.
Eso ha impulsado al alza los ingresos netos por intereses de muchos bancos. Esta cifra representa los intereses que los bancos ganan por sus activos, como los préstamos, menos lo que pagan por sus pasivos, como los depósitos de clientes. El indicador va en alza entre los grandes bancos. Por ejemplo, JPMorgan Chase (NYSE: JPM) reportó ingresos netos por intereses de 23.400 millones de dólares en el primer trimestre, un 1% más que un año antes.
Claro que un aumento de ingresos netos no necesariamente se traduce en una fuerte subida bursátil. El índice KBW Bank ha subido apenas un 0,2% en lo que va del año, superando por poco al S&P 500, que se mantiene prácticamente sin cambios.
Los ingresos netos por intereses son solo uno de los factores que influyen en el desempeño de los bancos. Actualmente, analistas y ejecutivos bancarios temen que el sector sufra por el debilitamiento económico y una inflación persistente, especialmente ahora que se reimponen aranceles.
Así que el alza de las tasas largas suele ser positiva para los bancos, pero no garantiza que sus ganancias ni el precio de sus acciones vayan a subir.