Las cadenas de noticias tradicionales atraviesan tiempos difíciles

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Este no es un buen momento para ser una cadena de noticias tradicional. Donald Trump parece estar obteniendo victoria tras victoria contra ellas.

ABC News, propiedad de Disney (NYSE: DIS), aceptó un acuerdo en una demanda por difamación que le exige entregar 15 millones de dólares para financiar la biblioteca presidencial de Trump. Lo hizo porque el presentador George Stephanopoulos afirmó que Trump era responsable en un caso civil de violación, cuando en realidad fue por abuso sexual.

Trump también demandó a CBS por 20 mil millones de dólares, argumentando que no transmitió una entrevista completa con Kamala Harris. Alegó que la edición fue políticamente sesgada. La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) ordenó a la cadena entregar un video y la transcripción de la entrevista. CBS cumplió y la FCC hizo público el video.

No está claro si CBS resolverá la demanda con Trump. Su empresa matriz, Paramount Global (NASDAQ: PARA), busca venderse a Skydance Media de David Ellison, y la administración Trump podría echar por tierra ese acuerdo si así lo quisiera. Esto le otorga al presidente un margen de maniobra importante.

La administración Trump también ha excluido a algunos medios tradicionales de conferencias de prensa y reuniones informativas, dando acceso en su lugar a periodistas más alineados con su visión conservadora.

Además, en un posible intento de apaciguar a Trump, CNN, propiedad de Warner Bros. Discovery (NASDAQ: WBD), planeaba trasladar al presentador crítico de Trump, Jim Acosta, de su franja de las 10 a.m. a la medianoche, antes de que renunciara el mes pasado.

Nixon sienta un precedente

Trump no es el primer presidente que intenta presionar a los medios. En 1973, la administración de Richard Nixon arremetió contra las principales cadenas de televisión —ABC, CBS y NBC, ahora propiedad de Comcast (NASDAQ: CMCSA)—, amenazando con revocar sus licencias de transmisión si no brindaban una cobertura más favorable al presidente. La estrategia tuvo éxito.

Volviendo al presente, es poco probable que las cadenas de noticias quieran desafiar a Trump. A través de la FCC, tiene control sobre sus licencias de transmisión, y otras agencias ejecutivas deben aprobar fusiones. Así que las cadenas tienen poco que ganar resistiéndose.

Queda por ver si las cadenas de noticias tradicionales perderán espectadores al ceder ante Trump. Dada su popularidad, incluso podrían ganar audiencia.

Si bien ABC, CBS, CNN y NBC son activos importantes dentro de sus empresas matrices, no está claro que su desempeño tenga un impacto significativo en el precio de sus acciones, a menos que ocurra un evento realmente importante.