Una moda con historia

Experimentar es una de las cosas que nos ha hecho evolucionar, la ciencia utiliza este método para descubrir cosas nuevas, que en un primer momento parecían algo sin sentido, pero solo para aquellos que no lograban entenderlo, es así como se han logrado tantos avances incluso en la moda. Los desfiles de moda con grandes pasarelas en Mónaco o París tienen un componente de la ciencia: experimentar. Los diseñadores de moda permanentemente se encuentran al límite de la creatividad e intentan ir un paso más allá, combinando texturas, colores, estampados, para lograr una pieza única de diseño que se robe la atención de los espectadores en las pasarelas.

Personalmente, me gusta mucho la moda, pero en ciertos casos los estilos muy extravagantes, debo admitir que no son para mí, mi estilo es más clásico, cada vez que tengo un evento que me permite utilizar un elegante traje con una camisa y una corbata, me siento feliz, es mi oportunidad de conectarme con la moda y poder elegir mi corbata favorita. Con mi estilo de traje más clásico, la corbata es el elemento principal de mi vestimenta, lo que me permite jugar con los colores. Hermès International (BATS EU: RMS) es el paraíso de los accesorios de lujo, ofrece accesorios de muy alta calidad y diseño, como bolsos, relojes, calzado, y por supuesto, corbatas y pañuelos para acompañar los trajes de alta costura.

Aunque una corbata puede ser un objeto muy sencillo, detrás hay cientos de años de historia, sus orígenes se remiten al siglo XVIII. En el año 1635 y durante más de 20 años Europa estuvo en guerra; Alemania y el Imperio Romano Germánico, fueron el escenario principal, pero luego se unieron Francia apoyada por Suecia, y es ahí cuando todo se salió de control, Francia contrató soldados de Croacia; estos tenían una particularidad, tenían unas bufandas que mantenían unidos los cuellos de sus chaquetas; actualmente, la Guardia de Honor en Zagreb, Croacia, continúa utilizando estas bufandas. Los soldados croatas se hacían llamar “Cravats” y los franceses comenzaron a llamar a sus distintivas bufandas, “cravates”. Esta última palabra francesa no es más que, corbata, en español.

Este accesorio de origen francés fue impulsado por el Rey Luis XIV, que comenzó a utilizar modelos más elegantes y delicados, pero además hizo que sus miembros de la corte real también lo utilizaran, lo que hizo que rápidamente este accesorio se propagara por Europa. Años después, en 1650, el Rey Carlos II de Inglaterra volvió a su país con la famosa corbata francesa. Los años continuaron su paso y este accesorio, que pertenecía a las altas esferas, representando el estatus, la riqueza y por sobre todo el estilo, iría mutando y con la revolución industrial, la corbata pasaría a ser un elemento estándar de la moda masculina, claro que con diseños más simples y duraderos.

El boom por este tipo de accesorios fue potenciado por industrias como la de Hermès International (BATS EU: RMS), fundada por Thierry Hermès en el año 1837. En un pequeño taller ubicado en el barrio Grands Boulevards de París comenzó a fabricar accesorios en cuero, pero a lo largo de los años, la compañía fue adaptándose hasta convertirse hoy en uno de los mayores diseñadores de accesorios artesanales. Las corbatas pasaron de tener un aspecto más frívolo a uno más serio y sobrio, lo que permitió que estos accesorios se sigan utilizando hasta el día de hoy, y en mi próximo evento, podré lucir mi corbata más elegante, portando no solo estilo, sino también un pedazo de historia, como lo hicieron los reyes europeos en épocas antiguas.