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Salud, belleza y millones!

por
Miguel F Colaborador
Health, Beauty and millions

Desde tiempos inmemorables los seres humanos estuvimos estrechamente ligados e influenciados por el concepto de belleza. Si bien es una apreciación subjetiva, que varía por diversas cuestiones como la percepción individual, la influencia cultural y la época, entre muchas otras; lo cierto es que toda civilización posee una norma de belleza que define ciertas características que la sociedad considera «deseables o atractivas». Con el paso del tiempo, se logró un equilibrio entre la belleza y la salud, logrando que muchas cosas que realizábamos para ser más sanos también nos aporten belleza, y muchas otras que realizábamos por simple coquetería, también nos aporten un bienestar físico. Así es como se dio el nacimiento de la industria cosmética.

Si bien existen pruebas de que en el antiguo Egipto se utilizaban bálsamos, hierbas, polvos y otros elementos naturales para lograr el embellecimiento físico, no sería hasta los siglos XVI y XVII que se crearían los primeros laboratorios para procesar aquellos elementos naturales de forma más estable pero aún así artesanal. Como ya nos imaginamos la industrialización masiva llegaría algunos siglos más tarde, dando así paso a una de las industrias más multimillonarias del mundo, que actualmente genera un promedio de $500 mil millones de dólares al año y ha impulsado la creación de enormes conglomerados conformados por las marcas más prestigiosas del sector, que cotizan en la bolsa de valores.

Actualmente nos encontramos con conglomerados como Estee Lauder Companies (NYSE: EL), Johnson & Johnson (NYSE: JNJ) y L’Oreal SA (BATS EU: OR) que dominan la industria absorbiendo a pequeñas empresas con gran potencial y a medianas empresas ya establecidas. En el caso de Loreal, por ejemplo, la apuesta es aún más arriesgada, ya que hace tan solo unos años, adquirió a la empresa canadiense  ModiFace, dedicada al desarrollo de realidad aumentada e IA, para de ésta forma asegurarse de poseer su propia tecnología a la hora de desarrollar su App de simulación de maquillaje.

Ésta nueva apuesta de L’Oreal SA (BATS EU: OR) no es un caso aislado, ya que la industria cosmética en general tuvo que mutar conjuntamente con los avances tecnológicos y resolver desafíos que hace décadas atrás ni siquiera imaginaba. Por ejemplo los métodos de grabación en alta definición actuales como el 4K y el 8K impulsaron un cambio de paradigma en lo que refiere a maquillaje facial, ya que fue necesario modificar la gama de colores de los cosméticos para estar acordes a toda una nueva variedad de tonos y una nitidez sin precedentes que ahora podemos observar a través de nuestras pantallas.

Otros dos desafíos que enfrenta la industria, derivados también de los avances tecnológicos, provienen paradójicamente de extremos opuestos generacionales. Por un lado, la ciencia ha logrado que la esperanza de vida alcance un promedio mundial de los 70 años, siendo de más de 80 años en los países más desarrollados. Esto generó la creación de una nueva línea de productos «antienvejecimiento» para personas mayores que deben enfrentarse a deficiencias propias de la edad, como pérdida de colágeno e hidratación. 

Por otro lado, tenemos a las nuevas generaciones, que al tener acceso a gran cantidad de información, comprenden la importancia de llevar una vida más saludable y presentan sus exigencias a la industria para intentar revertir algunos puntos oscuros de la misma, como son por ejemplo la experimentación de cosméticos en animales o la utilización de químicos que resuelven problemas en el corto plazo pero poseen efectos secundarios en el mediano y largo plazo.

La gran exposición de los jóvenes a las redes sociales, generó nuevas tendencias estéticas, como por ejemplo el K Beauty (una serie de pasos utilizada en la cosmetología Koreana y absorbida más tarde por occidente) que derivó en la creación de una nueva serie de productos que se adaptaran a ésta tendencia, utilizando packaging muy llamativo y hierbas naturales. En la actualidad, la generación Millenial utiliza un promedio de seis productos cosméticos al día, entre los que se destacan cremas para el cuerpo y perfumes.

De cara al futuro, el crecimiento de ésta industria parece no tener techo. Se estima que el año entrante, generará aproximadamente $800 mil millones de dólares. El crecimiento acelerado en la tendencia de los hombres al uso de cosméticos, sumado a una mayor expectativa de vida y a la necesidad de los jóvenes de sentirse más bellos al tener una mayor exposición a las cámaras, esto generó un cóctel que en muy poco tiempo añadió millones de consumidores a una industria que parecía reservada sólo a las mujeres de un rango acotado de edad. Si añadimos a esto elementos tecnológicos como el desarrollo de Apps con inteligencia artificial que en tan solo segundos pueden mostrarnos cómo nos quedaría un nuevo color de pelo o de lápiz labial, se acortan notablemente los tiempos al realizar una compra, ya que podemos realizarla de forma Online, sin tener que concurrir a un lugar físico para realizar el testeo de los productos en la tienda.

De ésta forma, y casi sin darnos cuenta, todos nos volvimos consumidores cada vez más activos de la industria cosmética. El ritmo de vida agitado que llevamos crea la necesidad de no bajar la guardia y rendir siempre a nuestro máximo potencial, y a la hora de trabajar para lograr nuestros objetivos, sin importar el área en la que nos desempeñemos, siempre lo haremos más eficientemente si nos sentimos bellos y saludables.

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