Extinción de las ballenas y perfumes

Fue alrededor de 2012 cuando leí por primera vez sobre un niño de 8 años llamado Charlie en Inglaterra que se tropezó con lo que parecía ser una «roca» de aspecto único tendida en la arena de la playa. Era de color marrón amarillento, del tamaño de una barra de pan y pesaba algo más de medio kilo. Poco se imaginaba Charlie y su familia que tenía en sus manos un ingrediente muy raro y especial que se había utilizado en los perfumes tradicionales durante miles de años en el proceso de fabricación. Se dice que vale más de 30 veces su peso en plata; razón por la que algunos lo llaman «oro flotante«, pero comúnmente se conoce como «ámbar gris«.

El ámbar gris es una sustancia valiosa que se utiliza en los perfumes de lujo; lo crea ballena jorobadacuando las partes no digeridas de los calamares se cubren con una sustancia química cerosa que la ballena produce en el intestino y, una vez excretada, se convierte en una masa cerosa sólida que pasará varios años a la deriva en el océano hasta que finalmente llegue a la costa esperando ser descubierta por un transeúnte inesperadamente. Los años bajo el sol y el contacto con el agua salada le ayudan a añejar, dándole el característico y rico aroma terroso y dulce que ha sido anhelado desde los tiempos de los egipcios hasta nuestros días. 

El ámbar gris es un ingrediente clave en algunos de los perfumes más conocidos en la actualidad, incluyendo marcas de lujoscomo Dior de Louis Vuitton SE (BATS EU: MC) y también fragancias de Chanel. Existen sustitutos del ámbar gris fabricados con productos químicos sintéticos, aunque rara vez los emplean las empresas de perfumería de alta gama debido a su naturaleza artificial y el valor percibido por los consumidores que pueden costearlo. 

En la actualidad, son pocas las empresas de la industria cosmética que siguen fabricando perfumes a base de ámbar gris, dado que todavía es legal hacerlo en varias regiones del mundo. En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) considera que el ámbar gris es un aditivo alimentario; esto significa que puede utilizarse en los alimentos en cantidades mínimas, pero no se ha aprobado su uso en los perfumes. En la Unión Europea, sigue estando permitido su uso en perfumes, pero no en alimentos para el consumo. Por otra parte, el ámbar gris es ilegal en Canadá, ya que se considera una droga no aprobada para su uso en alimentos o cosméticos por las autoridades sanitarias.

Gucci por Kering S.A. (BATS EU: KER) es una de estas empresas que todavía utiliza ámbar gris real en sus perfumes, de ahí que estos perfumes puedan ser muy caros y solo se fabriquen en pequeños lotes. Los perfumes de ámbar gris de Gucci son algunas de las fragancias más codiciadas por su naturaleza de estar elaborados con ingredientes naturales. Estee Lauder Companies Inc (NYSE: EL) es también otro líder mundial de la industria cosmética, con una amplia cartera de marcas prestigiosas en las que el ámbar gris sigue siendo un ingrediente clave en algunos de sus perfumes delujo, ya que es una sustancia rara y valiosa necesaria para producirlos.

Existen sustitutos sintéticos del ámbar gris, pero las empresas de perfumería de alta gama los utilizan raramente. Algunas marcas como Inter Parfums Inc (NASDAQ: IPAR), Ulta Beauty Inc (NASDAQ: ULTA) o Procter & Gamble Co (NYSE: PG) no utilizan ámbar gris sino una versión sintética, a veces denominada ámbar gris vegano. Esto es más ético a la vez que proporciona una alternativa más asequible y sostenible que atrae a los consumidores veganos y/o con consciencia ecológica, que ha sido una tendencia con fuerte crecimiento en los últimos años. El ámbar gris sintético no tiene el mismo atractivo raro y caro, pero sigue teniendo el mismo olor dulce y terrenal que el ingrediente natural. Su uso extendido puede ayudar a proteger las poblaciones de ballenas en el futuro.

Las notas sintéticas se desarrollaron a principios del siglo XX, lo que permitió a los fabricantes de perfumes reproducir aromas naturales inextraíbles, como el olor del mar. Además, la demanda de materias primas sintéticas sigue creciendo con el auge de la ecosostenibilidad y el respeto al medio-ambiente. El ámbar gris sintético es un sustituto adecuado que reproduce los olores que no pueden extraerse de forma natural debido a las restricciones legales.

A medida que esta industria avanza y evoluciona, las notas sintéticas también mejoran, lo que permite que el aroma se adhiera a la piel durante más tiempo. El distintivo aroma dulce del ámbar gris puede reproducirse en el laboratorio, pero nunca con las mismas cualidades originales de olor duradero que producen los componentes químicos naturales; por eso el ingrediente natural sigue siendo muy demandado en la actualidad.

Ahora bien, la realidad es que la población mundial de ballenas jorobadas disminuye constantemente y se calcula que quedan entre 80.000 y 90.000 ejemplares en el océano. Este número está disminuyendo debido a la caza ilegal, el enredo en las redes de pesca y los cambios climáticos. Al ritmo actual, se calcula que las ballenas jorobadas podrían extinguirse en los próximos 100 años.

La extinción de la ballena jorobada marcará el fin de una era para los perfumes tradicionales, y la industria pasará a utilizar ingredientes totalmente sintéticos; pero ¿qué ocurrirá con los perfumes que quedan en el mercado que contienen ámbar gris? ¿Se convertirán en objetos de colección de valor incalculable que pertenecen en un museo, o será ilegal poseerlos? 

La tendencia ecológica parece favorecer la protección de las ballenas contra la extinción y el aumento de la demanda de ingredientes sintéticos elaborados con precisión, ya que tienen un coste menor para el medioambiente y nuestros bolsillos. Lo único que parece seguro es que las fragancias sintéticas están aquí para quedarse mientras el aroma de nuestro perfume siga despertando los efectos deseados en nuestros sentidos y en quienes nos rodean.