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🎭Entretenimiento

¿Podemos confiar en los sentidos?

por
Adrian Segovia
Equipo de Comunicación de Producto de Quantfury

¿Quién no ha pensado en Skynet y en la revolución de las máquinas al ver ciertas innovaciones en campos como la inteligencia artificial? Y si esta tecnología nos atacara, podríamos pensar que sería a través de algún robot con conciencia, pero ¿y si fuera mucho más humana, sutil y disimulada? Con esto en mente, los deepfakes o noticias falsas han ido en aumento.

El nivel actual de tecnología desarrollado por la industria del cine se está volviendo un poco más que asombroso. Los Investigadores de Meta Platforms (NASDAQ: META) ya han construido una IA (Inteligencia Artificial) sintetizadora de voz  capaz de copiar el sonido y la entonación de la voz de cualquier persona con una precisión increíble.

La preocupación clásica con respecto a este tema es que se puedan difundir noticias falsas manipulando las palabras de líderes políticos y las celebridades, por ende, no podríamos confiar ni en nuestros ojos y ni en nuestros oídos. Dado que los ciclos de noticias se suceden con tanta rapidez, podrían producirse grandes reacciones tras la publicación de deepfakes antes de que estas sean descubiertas.

Sin embargo, esta tecnología todavía tiene defectos, como el de que no es capaz de sintetizar la voz de una persona durante un periodo prolongado y que se escuche natural, como es en el caso de un discurso largo. Pero esto podría ser sólo el principio.

Compañías como AMD (NASDAQ: AMD), NVIDIA (NASDAQ: NVDA) y INTEL (NASDAQ: INTC) podrían seguir sacando al mercado tarjetas gráficas y procesadores más potentes por lo que el aprendizaje automático y el deepfaking podrían escalar más rápido. Los defectos de vídeo y audio de esta tecnología se irían reduciendo hasta el punto en donde los deepfakes o noticias falsas podrían empezar a pasar sin problema una prueba de Turing.

Aunque parece que todavía estamos lejos de llegar al punto de peligro global al estilo de Skynet, creo que no debemos confiarnos. Quizá nuestro mayor enemigo sean nuestros propios ojos y oídos si nos fiamos demasiado de ellos.

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