El desafío de Facebook

Dicen que la imitación es la forma más sincera de adulación.

En los negocios, es la forma más sincera de intentar robarle el negocio a la competencia. Lo cual es justo, ya que los negocios no se tratan de ser justos, exactamente. No, se trata de ofrecer algo que la gente quiere.

En el mundo de las redes sociales, parece que todo el mundo está intentando copiarse entre sí en este momento. Eso hace que sea difícil para el usuario distinguir entre las características de las plataformas, lo que, a su vez, tiende a facilitar que se quede con la plataforma con la que está más familiarizado.

No hay suficiente diferencia entre la función «Fleets» de Twitter (NASDAQ: TWTR) y las Historias de Instagram para alejar a cualquiera del Gram, por ejemplo. De hecho, la mayoría de las empresas en Twitter simplemente están reorientando sus historias de Insta en la función «Fleets» y la mayoría de los leales a Twitter ignoran más o menos la función «Fleets».

Solo está ahí para asegurarse de que el pequeño porcentaje de usuarios de Twitter que realmente aman las Historias de Instagram tengan algo similar para mantenerlos cerca. Sin embargo, como se dijo, la mayoría de los usuarios están bastante arraigados en su plataforma.

Por lo tanto, las empresas deben tener cuidado de no alejarse demasiado de las cosas que las hacen populares entre los usuarios que ya tienen. Instagram no debería intentar ser el TikTok de un pobre. Solo usaré TikTok si eso es lo que estoy buscando.

En ese sentido, hay una plataforma que está un poco atascada: Facebook, (NASDAQ: FB) el original. El sitio de redes sociales tiene un problema demográfico: sus usuarios son mayores. Y desafortunadamente para ellos, poco «cool» en un espacio donde ser»cool» es la moneda de cambio.

Están buscando formas de resolver eso. En el New York Times de hoy, hay un buen artículo que detalla los planes de Facebook para perseguir a los jóvenes influencers y atraerlos a la plataforma como creadores. Este es un esfuerzo de recuperación, ya que el éxodo de los jóvenes de la plataforma fue provocado por una falla de Facebook por reconocer que el contenido generado por el usuario era lo que se deseaba y que esos creadores querrían que se les pagara.

En 2015, el mundo era de Facebook para perderlo y, bueno, lo perdieron. Se protegieron un poco de eso comprando Instagram, pero todavía sienten que están perdiendo el control sobre cualquier persona menor de 45 años.

El plan es básicamente pagarles mucho dinero. Al ofrecer a los influencers populares incentivos financieros para crear contenido en Facebook, esperan atraer la atención de los jóvenes hacia la plataforma.

La pregunta es, para usar otro viejo adagio, ¿será que los caballos ya se han ido del establo?

Facebook no es cool y si eres un chico de veintitantos, ¿realmente quieres arriesgarte a perder tu estado de influencer dejando TikTok o Instagram para crear en el mismo sitio en el que tu abuela publica sus recetas de muffins y tu tío publica sobre cómo vio un ovni en el lago?

Ese es el desafío al que se enfrenta Facebook.