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Evolucionar a partir de la rivalidad

por
Luis R Colaborador
Two football players dribbling the ball wearing puma shoes puma BATS EU PUMD

El origen de los zapatos deportivos Puma (BATS EU: PUMD) es realmente una historia increíble de contar, ya que se inicia con una rivalidad entre hermanos que tiene sus raíces en la Alemania de los años veinte, donde los hermanos Adolf y Rudolf Dassler emprendieron su propia fábrica de zapatos. Adolf tenía talento artesanal y se dedicaba a la manufactura de zapatillas y Rudolf le encantaban las relaciones comerciales y la administración. Sus productos se inclinaban más por los diseños de zapato deportivos, logrando tener presencia en Alemania en los juegos olímpicos de Berlín en 1936.

Pronto aparece la Alemania Nazi y la llegada de la segunda guerra mundial en el año 1939. Ante esta situación de guerra, Adolf se encarga de suministrar zapatos a los soldados alemanes y Rudolf fue enviado a combatir. Esta separación afecta a la empresa y comienzan las diferencias políticas que afectan las relaciones afectivas y empresariales de ambos hermanos. Tanto es así, que Rudolf fue apresado por pertenecer a las filas del partido Nazi y culpa a su propio hermano de haberlo delatado. Esta disputa, entre hermanos, hace que se originen emprendimientos por separado. Rudolf crea la empresa Puma SE (BATS EU: PUMD) en 1948 y Adolf crea Adidas AG (BATS EU: ADS) al año siguiente.

La disputa entre Rudolf y Adolf fue tan intensa que cada uno de los trabajadores tenía que decidir a qué empresa trabajar, y en el pueblo de Herzogenaur, las personas se miraban a los zapatos para identificar con quién de los dos hermanos apoyaban. En otras palabras, las diferencias entre los hermanos se convirtieron en un tema de conflictos en la propia sociedad. A la ciudad la llamaban la ciudad de los cuellos doblados. Lo asombroso de esta historia es que esta competencia entre los hermanos hizo que ambas empresas crecieran buscando destacarse la una de la otra, creando dos grandes emporios de marcas deportivas. 

Después de la segunda guerra mundial, Rudolf, con Puma, hace presencia en los juegos olímpicos de verano del 1950 a través del corredor Josy Barthel quien gana el primer oro olímpico en Finlandia usando unas zapatillas Puma. Esta estrategia de Puma SE (BATS EU: PUMD) de fortalecer su imagen a través de su alianza con deportistas exitosos le ha traído excelentes dividendos. En 1985 el famoso tenista Boris Becker ganó el campeonato de Wimbledon usando ropa, calzado y zapatos de la marca Puma. Por otro lado, otros deportistas famosos tales como Usain Bolt, Diego Maradona, Johan Cruyff, Martina Navratilova, Michael Schumacher fueron patrocinados por Puma.  

Esta estrategia de Puma SE (BATS EU: PUMD) también era una estrategia de Adidas AG (BATS EU: ADS). Rudolf y su hermano, se esforzaron siempre por ser los mejores y llevaron esta competencia hasta el terreno de la publicidad. No existía mejor publicidad para ellos que poner los zapatos deportivos en los mejores atletas del mundo y verlos competir en las mismas competencias con sus marcas. Un logro importante de la marca Puma es haber logrado convertirse en el principal productor de calzado y trajes para carreras automovilísticas y el más influyente productor de ropa para la Fórmula 1 y Nascar asociándose con BMW, Ducati y Ferrari.

Es de hacer notar que la rivalidad entre estos dos emporios de zapatos y ropa deportiva tuvo una tregua simbólica y oficial con un partido de fútbol realizado en el año 2009 en la ciudad natal. A pesar de la tregua, la competencia continua en el mercado. Puma sigue dominando en los juegos olímpicos y el propósito no es más que seguir posicionando la marca como un bien deseado, sin perder ese estilo clásico, llevando la marca a lugares de moda, poniendo a los zapatos junto a los automóviles de lujo y haciendo que las personas asocien la marca a un estilo de vida. 

Puma (BATS EU: PUMD), hoy en día, ha generado unos ingresos de aproximadamente 6.800 millones de euros a nivel mundial al cierre del año 2021, teniendo un crecimiento aproximado de 1.400 millones de euros con respecto al año anterior, convirtiéndose en la tercera compañía de indumentaria deportiva más grande del mundo. Lograr, lo que ha hecho Puma, de ser una empresa nacida de una rivalidad, y mantenerse dentro de las mejores del mundo, nos hace reflexionar sobre las lecciones que se aprenden al vencer los obstáculos que se presentan en el camino, y que promueven un ambiente de competencia desde sus raíces. 

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