Los inversores son más jóvenes que nunca, pero no necesariamente más sabios

Hoy en día, los jóvenes comienzan a invertir a una edad más temprana, y eso es una bendición a medias.
Por un lado, es positivo, ya que les permite aprender sobre formas responsables de aumentar su riqueza. Por otro, hay una razón detrás del cliché “la juventud se desperdicia en los jóvenes”. Muchos están poniendo su dinero en criptomonedas y opciones altamente riesgosas.
Para la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012), la edad promedio para su primera inversión es de 19 años, según una encuesta de Charles Schwab. Para los millennials (nacidos entre 1981 y 1996), es de 25 años; para la Generación X (1965-1980), 32 años; y para los baby boomers (1946-1964), 35 años.
Las razones detrás de esta tendencia son bien conocidas. Invertir nunca ha sido tan fácil para los jóvenes: pueden hacerlo desde sus teléfonos o computadoras sin pagar comisiones. Además, tienen acceso a una gran cantidad de información sobre inversiones en línea.
Muchos de estos nuevos inversores parecen estar actuando con sensatez. Entre la Generación Z, el 57% sigue una estrategia de comprar y mantener, y entre los millennials, la cifra es del 59%, según Schwab. Estos números están cerca del 60% de los baby boomers, quienes en general deberían invertir con mayor cautela para evitar quedarse sin dinero en la vejez.
Además, el 57% de la Generación Z invierte en activos de crecimiento, y el 56% de los millennials hace lo mismo. La inversión en crecimiento suele ser una estrategia inteligente para los jóvenes, ya que puede generar sólidos rendimientos a largo plazo. Sin embargo, tratar de hacerse rico rápidamente con este tipo de inversiones—por ejemplo, apostando por acciones tecnológicas emergentes—suele acabar en desastre.
Negocio arriesgado
Algunas estrategias de inversión utilizadas por los jóvenes también pueden llevarlos directo a la ruina. Esto es particularmente cierto entre los hombres y quienes comenzaron a invertir durante la pandemia, según Barron’s.
Las criptomonedas son un ejemplo claro de este riesgo, debido a su extrema volatilidad. Bitcoin, la criptomoneda más negociada, cotizaba a 7.800 dólares en noviembre de 2019. Se disparó a 59.300 dólares en marzo de 2021, se desplomó a 16.500 dólares en diciembre de 2022 y, desde entonces, ha vuelto a subir hasta los 96.300 dólares el miércoles pasado.
Los inversores jóvenes se sienten claramente atraídos por el mundo cripto: el 42% de los hombres de entre 18 y 29 años afirman haber negociado/invertido en criptomonedas o haberlas utilizado para transacciones. En contraste, solo el 17% de las mujeres lo ha hecho. Quizás ellas sean más prudentes que ellos.
Las opciones son otro terreno peligroso para los inversores jóvenes, debido a la cantidad de factores que influyen en su precio: costo de compra, precio de ejercicio, fecha de vencimiento y los distintos tipos de opciones de compra y venta.
Aun así, muchos jóvenes han decidido probar suerte: el 36% de los encuestados de entre 18 y 34 años dijeron haber operado con opciones, según un estudio de la Finra Investor Education Foundation de 2022. Esta cifra es muy superior al 21% de las personas de entre 35 y 54 años y al 8% de quienes tienen 55 años o más.
Por lo tanto, la tendencia de inversión entre los jóvenes puede verse como un vaso medio lleno o medio vacío. Algunos darán pasos importantes hacia la seguridad financiera, mientras que otros tomarán el camino contrario.
El autor de esta historia tiene 64 años.