La semana pasada hablamos de la historia de Axon Enterprise (NASDAQ: AXON) y su sorprendente posición como la tercera acción con mejor desempeño en el índice S&P 500 durante los últimos 10 años.
Ahora echemos un vistazo a un valor aún más desconocido cuyo rendimiento no quedó muy atrás del de Axon: Texas Pacific Land (NYSE: TPL). Se considera el mayor propietario privado de tierras en Texas, con 873.000 acres en la cuenca rica en petróleo del Permian Basin.
La acción de TPL ha rendido un 37% anualizado en los últimos 10 años, según Morningstar, casi el triple del 14% del S&P 500. La compañía ingresó al índice el año pasado. Tiene una capitalización bursátil de US$20.000 millones y ninguna deuda.
El negocio de TPL se basa en regalías de petróleo y gas, además de ventas de agua. Gran parte del petróleo y gas del Permian Basin se produce mediante fracking, un proceso que requiere enormes cantidades de agua. TPL puede proveerla y también ayuda a los productores a manejar el agua residual resultante del fracking, vendiendoles espacio de almacenamiento.
Buffett apostó por TPL cuando era adolescente
TPL fue la segunda acción que Warren Buffett compró, siendo un adolescente a inicios de la década de 1940 (su Berkshire Hathaway (NYSE: BRK) ya no la posee). TPL nació en 1888 tras la quiebra de Texas and Pacific Railway, creada para vender los 3,5 millones de acres de tierras de la ferroviaria. Obviamente, no todas se liquidaron, lo que explica la actual tenencia en el Permian Basin.
Esa cuenca ha sido muy rentable para TPL y otros. Es el mayor y más productivo campo petrolero de EE.UU., responsable de alrededor del 45% de la producción nacional. La reciente caída de los precios del crudo (11% en los últimos seis meses) ha generado especulación sobre si la producción de petróleo y gas del Permian ya alcanzó su punto máximo.
Pero TPL no lo ve así. “No tenemos una bola de cristal ni podemos decir con certeza cuáles serán los precios de las materias primas en el corto plazo”, dijo el CEO Tyler Glover en la conferencia de resultados a inicios de este mes. “Sin embargo, estamos seguros de que el Permian sigue siendo un recurso de clase mundial. El Permian aún impulsa una industria vibrante y emprendedora”.
La acción de TPL ha caído 35% en los últimos seis meses debido al retroceso del crudo. Pero sus ganancias siguen creciendo. Sus ingresos aumentaron 11% en la primera mitad de 2025 frente al año anterior, hasta US$383,5 millones. La utilidad neta subió 3% a US$236,8 millones.
Los centros de datos, clientes potenciales
Además de los productores de energía, TPL cuenta entre sus inquilinos con compañías de baterías, parques eólicos, plantas solares y mineras de bitcoin. El siguiente paso podrían ser los centros de datos, que requieren enormes cantidades de energía. Estos se beneficiarían de los precios del gas natural del Permian, que en ocasiones son negativos, brindándoles una fuente de energía barata. El agua de TPL sería clave para enfriar sus plantas eléctricas.
“Se ha hablado mucho de centros de datos, y es algo en lo que llevamos tiempo trabajando”, dijo Glover en una conferencia de resultados del año pasado. Añadió que la experiencia de TPL en centros de cómputo para minería de bitcoin le da ventaja para atender a los de datos. “Sabemos lo que implica negociar estos acuerdos”.
Explicando lo que TPL puede ofrecer, Glover dijo a The Wall Street Journal: “Donde podemos generar valor es agrupando la tierra con acceso a energía, agua y fibra, y presentarlo a un desarrollador, como hemos hecho con la industria del petróleo y el gas”.
La energía es una industria volátil, pero TPL parece estar bien posicionado para seguir teniendo éxito.
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