Perspectiva global de tasas: los movimientos de interés toman rumbos distintos en el mundo

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Las tasas de interés globales se han desincronizado tras moverse al unísono durante la pandemia de Covid, cuando prácticamente todos los bancos centrales las redujeron para contrarrestar la debilidad económica.

Ahora, el panorama económico varía en todo el mundo y, como resultado, también lo hace la política de tasas de interés de los bancos centrales. Esa dinámica probablemente continuará a medida que las principales economías sigan caminos diferentes.

En Estados Unidos, la resiliencia económica y la inflación persistente han elevado los rendimientos de los bonos en los últimos cinco meses. La economía creció un 2,3% anualizado en el cuarto trimestre, y el modelo de pronóstico de la Reserva Federal de Atlanta proyecta un 2,9% para este trimestre. Mientras tanto, los precios al consumidor se dispararon un 0,5% en enero, la mayor subida desde agosto de 2023.

Los operadores de futuros de tasas de interés ahora han reducido sus expectativas a solo un recorte de tasas por parte de la Fed este año. El banco central recortó las tasas tres veces el año pasado, lo que significa que los rendimientos de los bonos podrían mantenerse estables o incluso subir en los próximos meses.

El Banco Central Europeo sigue flexibilizando su política monetaria

En Europa, el Banco Central Europeo mantiene su política de flexibilización debido al débil crecimiento económico. El año pasado, la economía de la eurozona creció apenas un 0,7%, y los analistas encuestados por Bloomberg no ven mucha mejora este año: apenas un 1%. Las economías europeas enfrentan obstáculos como una fuerte regulación y exportaciones débiles.

La inflación en la eurozona ha aumentado en los últimos cinco meses, alcanzando un 2,5% interanual en enero. Sin embargo, el BCE volvió a recortar las tasas el mes pasado por quinta vez desde junio, y los mercados monetarios recientemente han señalado la posibilidad de tres o cuatro recortes adicionales este año.

Perspectivas de los bancos centrales en Asia

En China, el banco central redujo las tasas el año pasado y es probable que lo haga nuevamente en 2024 en medio de la debilidad económica. Si bien el crecimiento económico de China alcanzó la meta del 5% fijada por el gobierno el año pasado, los analistas sostienen que esas cifras están ampliamente sobrestimadas. La economía enfrenta el colapso de una burbuja inmobiliaria de gran magnitud y un consumo interno estancado.

El Banco Popular de China dejó las tasas de interés sin cambios en diciembre, pero los expertos creen que los recortes llegarán pronto, ya que las autoridades del banco central se han comprometido a implementarlos.

En Japón, el banco central elevó su tasa de interés clave en enero al nivel más alto desde 2008. Fue la tercera subida en menos de un año.

El aumento de la inflación impulsó al Banco de Japón a actuar. Las autoridades elevaron su previsión de inflación para 2025 al 2,4%, desde el 1,9% anterior. En 2024, la inflación se situó en el 3%. La depreciación del yen ha encarecido las importaciones, lo que ha impulsado los precios al alza. Y el gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, dijo que el banco central seguirá subiendo las tasas si sus proyecciones de inflación se confirman.

Un aumento generalizado de los aranceles podría alterar este panorama global, impulsando la inflación prácticamente en todas partes. Y una mayor inflación suele traducirse en tasas de interés más altas. Pero, por ahora, no hay una visión uniforme sobre la evolución de las tasas a nivel mundial.