La batalla por ser la empresa número uno de snacks y bebidas en EE. UU. se intensifica con la reciente inversión de US$4.000 millones de Elliott Investment Management en PepsiCo (NASDAQ: PEP).
El inversor activista Elliott considera que su estrategia puede ayudar a darle la vuelta a la situación de la compañía, aumentar la venta de refrescos, papas fritas y snacks y al mismo tiempo deshacerse de aquellos productos que no son populares entre los consumidores.
La acción se ha quedado rezagada, en el último año cayó un 15,3% frente al 11,7% de descenso de Coca-Cola (NASDAQ: COKE). El desempeño a cinco años no es mejor, las acciones de PepsiCo solo subieron un 8,3%.
Elliott se muestra extremadamente confiado y cree que, si PepsiCo sigue su plan de acción, la acción podría repuntar hasta un 50%.
El inversor activista recomendó a la compañía otorgar nuevas franquicias en el negocio de embotellado y vender o eliminar algunos productos que no generan beneficios o que resultan menos atractivos para los consumidores.
“Si bien es desafortunada, esta trayectoria decepcionante ha creado una oportunidad histórica: con la mentalidad adecuada y un plan de reestructuración suficientemente ambicioso, PepsiCo representa hoy una rara ocasión de revitalizar una compañía líder a nivel global y desbloquear un valor significativo para los accionistas”, escribió Elliott en su carta, según CNBC.
“Los objetivos de Elliott en PepsiCo son sencillos: ayudar a la compañía a afinar su enfoque, impulsar la innovación, ser más eficiente y liberar el valor que sus marcas líderes, su escala inigualable y sus empleados de clase mundial merecen. El camino de regreso al éxito es claro y alcanzable”.
Las ventas han venido cayendo para el fabricante de bebidas y alimentos, a pesar de que la compañía ha cerrado plantas y reducido su plantilla. En octubre pasado, PepsiCo rebajó su estimación de ingresos para 2024 debido a la caída de las ventas globales.
Ese mismo mes despidió a 400 empleados en Atlanta, Cincinnati, Chicago y Harrisburg (Pennsylvania). La planta embotelladora de Chicago fue cerrada, mientras que las otras tres instalaciones mantuvieron funciones de distribución, almacenamiento y ventas. En 2024 también se clausuró una fábrica de Quaker Oats en Danville, Illinois.
PepsiCo siguió cerrando plantas este año. En julio cerró las operaciones de manufactura, transporte y mantenimiento en Detroit, aunque mantuvo los equipos de ventas, servicio de campo, almacén, flota y reparto, según informó la compañía. Otro centro de producción de su división de alimentos en Norteamérica también fue cerrado en este trimestre.
Frito-Lay, subsidiaria de PepsiCo, igualmente cerró sus plantas en California y Nueva York en 2025.
Los consumidores, con menos efectivo disponible, también se enfrentan a subidas de precios por parte de los fabricantes y han reducido sus compras. Otros se han volcado hacia snacks más saludables, con menos sal, y bebidas con menos azúcar.
PepsiCo intenta conquistar a esos consumidores y trabaja para diversificar su portafolio de productos. En febrero compró Poppi, una empresa de refrescos prebióticos, por US$1.950 millones y en octubre pasado adquirió Siete Foods, una compañía mexicoamericana de totopos, por US$1.200 millones.
Desde hace varios años la compañía busca ampliar su portafolio y ofrecer opciones más saludables a los consumidores preocupados por los ingredientes de lo que ingieren. En 2017 lanzó una marca de agua premium embotellada llamada Lifewtr. Ese mismo año presentó Lemon Lemon Sparkling Lemonade, pero dejó de producirse en 2019.
PepsiCo, que fabrica su emblemática gaseosa, además de Gatorade, Mountain Dew, Doritos, Lay’s y Quaker Oats, no comentó sobre ninguna de las propuestas de Elliott.
“PepsiCo mantiene un diálogo activo y productivo con nuestros accionistas y valora los aportes constructivos para generar valor a largo plazo”, dijo la empresa en un comunicado. “Tomamos nota de la divulgación de la presentación de Elliott Investment Management y revisaremos sus perspectivas en el contexto de nuestra estrategia para impulsar un crecimiento sostenible”.
Los ingresos y las ganancias por acción crecieron en el segundo trimestre de PepsiCo, aunque la demanda cayó. La compañía reportó un aumento del 1% en ventas netas hasta US$22.730 millones, con una ganancia neta de US$1.260 millones y US$2,12 por acción. El volumen global bajó un 1,5% en alimentos, mientras que en bebidas se mantuvo estable.
Los consumidores han reducido su gasto debido a la inflación y al alza de las tasas de interés en tarjetas de crédito, hipotecas y otras deudas, lo que ha erosionado sus ingresos.
El negocio de alimentos de PepsiCo en Norteamérica alcanzó su punto máximo a finales de 2022, pero desde entonces ha registrado desaceleración cada trimestre, señaló en junio el analista de Wells Fargo Chris Carey en un informe. También indicó que la compañía debería realizar una “revisión profunda” de la estructura de costos de esa unidad, ya que podría generar cerca de US$800 millones en ahorros.
El negocio de bebidas representó el 40% de los ingresos de PepsiCo en 2024 y según expertos del sector citados por The Wall Street Journal, debería separarse en una compañía independiente.
Historial de Elliott
Elliott ha sido un inversionista activista durante casi cinco décadas y ha tenido éxito en presionar a los equipos directivos para que sigan sus recomendaciones.
Tras adquirir una participación no revelada en Starbucks en 2024, Elliott recalcó la importancia de nombrar a un nuevo CEO, lo que derivó en la contratación de Brian Niccol. Starbucks también enfrentaba una caída en las ventas, ya que los consumidores han cambiado sus preferencias de bebidas.
Starbucks reportó un aumento del 4% en las ventas netas, alcanzando los US$9.500 millones, con una utilidad neta de US$558,3 millones en el tercer trimestre fiscal, por debajo de los US$1.050 millones registrados un año antes. Las ventas globales en tiendas comparables cayeron un 2%.
Elliott, firma privada, administra US$70.000 millones en activos y su presión sobre las compañías puede generar retornos generosos para los inversionistas. El fondo también posee participaciones en Southwest Airlines y Phillips 66, donde busca impulsar cambios.
Si bien aún no está claro si las medidas de reducción de costos de PepsiCo. como cierres de plantas, recortes de personal y nuevas opciones de bebidas y botanas; lograrán que los consumidores gasten más en supermercados y grandes minoristas en un contexto de alta inflación, la fuerte influencia de Elliott podría traducirse en mayores ahorros para PepsiCo y un beneficio para los accionistas.
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