Estados Unidos y Europa enfrentan riesgos económicos y bursátiles en 2025

La economía estadounidense comenzó el año en alza, pero enfrenta muchas incógnitas en 2025.
El PIB registró un crecimiento anualizado del 3,1% en el tercer trimestre, y se espera un 2,7% para el cuarto trimestre.
Sin embargo, no está claro si esos números se mantendrán. En cuanto al consumo, el panorama es bastante positivo. Los estadounidenses con mayor poder adquisitivo han abierto sus billeteras para mantener el gasto en marcha.
Es posible que se avecine un recorte de impuestos, lo que debería estimular el crecimiento. Sin embargo, esto también podría elevar los precios de manera excesiva. La Reserva Federal ya ha tenido dificultades para llevar la inflación hasta su objetivo del 2%. El indicador de inflación preferido del banco central subió un 2,4% interanual en noviembre.
Sin recortes de gasto que acompañen a los recortes de impuestos, el déficit presupuestario seguiría aumentando. Y es más probable que el gasto aumente en lugar de disminuir. El déficit totalizó 1,83 billones de dólares el año pasado, lo que representa el 6,4% del PIB. Este déficit actúa como un lastre para la economía al desplazar la inversión privada y presionar al alza la inflación.
Luego están los aranceles. Se ha planteado la posibilidad de aumentarlos hasta un 60%, aunque no está claro qué ocurrirá finalmente. Teóricamente, podrían impulsar la economía al proteger a las empresas estadounidenses de las importaciones más baratas.
Impacto de los aranceles en las pequeñas empresas
Se argumenta que los aranceles podrían beneficiar especialmente a las empresas más pequeñas, ya que, en teoría, no dependen tanto de las importaciones como las grandes corporaciones. Si las pequeñas y medianas empresas prosperan más que las grandes, eso podría impulsar sus acciones, lo que a su vez significaría una recuperación más amplia del mercado bursátil.
El problema es que muchas empresas pequeñas dependen de las importaciones tanto como las grandes. Los fabricantes de bicicletas, por ejemplo, obtienen piezas clave del extranjero. El índice Russell 2000, que agrupa acciones de pequeña capitalización, ya ha caído un 10% desde finales de noviembre.
También se ha sugerido que unos aranceles más altos podrían contribuir a reducir el déficit presupuestario. Supongamos que Estados Unidos impusiera un arancel adicional del 5% a todos los productos extranjeros y las importaciones se redujeran un 25%. Esto generaría 117 mil millones de dólares en ingresos para el gobierno.
Puede parecer mucho dinero, pero representa solo el 6% del déficit presupuestario de 1,83 billones de dólares. Por lo tanto, los aranceles no harían mucho por reducir el déficit. Además, por definición, los aranceles son inflacionarios. Y si se produjera una deportación masiva de inmigrantes, eso también podría elevar la inflación al restringir la oferta de trabajadores.
Perspectivas para la Reserva Federal
En cuanto a la Reserva Federal, dada la fortaleza de la economía y la persistencia de la inflación, es posible que el banco central no vaya mucho más allá de los 100 puntos básicos que ya ha recortado en las tasas de interés.
Los futuros de tasas de interés apuntan a un solo recorte de 25 puntos básicos este año. E incluso hay rumores entre los economistas de que el próximo movimiento de la Reserva Federal podría ser un aumento de tasas, lo que sería una mala noticia para el mercado de valores.
Si observamos la economía de la eurozona, esta se expandió a una tasa anualizada del 1,5% en el tercer trimestre. Si bien superó las expectativas, obviamente quedó muy por detrás del crecimiento de Estados Unidos. La Comisión Europea prevé que la economía creció un 0,8% el año pasado y se expandirá un 1,3% este año.
“A medida que la inflación continúe disminuyendo y el consumo privado y el crecimiento de la inversión se recuperen, con el desempleo en mínimos históricos, el crecimiento se acelerará gradualmente en los próximos dos años”, dijo el comisario de Economía de la UE, Paolo Gentiloni.
Pero también hizo una advertencia. “Los desafíos estructurales y la incertidumbre geopolítica pesan sobre nuestras perspectivas futuras”. Esos desafíos incluyen la baja productividad y la insuficiente innovación. La incertidumbre geopolítica incluye la guerra en Ucrania.
¿Qué se avecina para los mercados bursátiles?
En cuanto a los mercados bursátiles, en Estados Unidos el panorama es mixto. Los analistas pronostican que las ganancias del S&P 500 aumentaron un 11,7% en el cuarto trimestre respecto al año anterior y que subirán un 14,8% durante todo 2025, según FactSet. Sin embargo, tenga en cuenta que los analistas suelen ser demasiado optimistas.
Las valoraciones están elevadas, con una relación precio-beneficio a futuro del S&P 500 en 21,5, muy por encima del promedio de cinco años de 19,7 y del promedio de 10 años de 18,2. Por lo tanto, después de dos años consecutivos de ganancias superiores al 20% para el S&P 500, podría enfrentar un difícil camino por delante.
Las acciones europeas han quedado rezagadas respecto de sus contrapartes estadounidenses durante los últimos 15 años. Durante ese período, algunos expertos han dicho repetidamente que es hora de que las acciones europeas superen a las estadounidenses, pero eso aún no ha sucedido.
Este año podría ser más de lo mismo para las acciones europeas, dada la debilidad de la economía del continente en comparación con la de Estados Unidos. Una economía débil implica ganancias débiles. Además, cualquier aumento de los aranceles en Estados Unidos podría afectar particularmente a Europa.
Por lo tanto, tanto para los mercados estadounidenses como para los europeos este año, los inversores deben proceder con cautela.