Nike (NYSE: NKE), el mayor vendedor mundial de ropa y calzado deportivo, es en gran medida una compañía de moda en la actualidad.
Esto se debe a que sus productos de alto rendimiento, diseñados para atletas serios, se han vuelto productos estandarizados. Los competidores fabrican ropa y calzado que rinden tan bien como los de Nike. Entre ellos están Adidas (CBOE: ADS), Asics, Champion de Authentic Brands Group, Fila, Hoka, New Balance, On y Under Armour (NYSE: UAA).
En el pasado, Nike, que lleva el nombre de la diosa griega de la victoria, era el líder indiscutible en cuanto a rendimiento de producto. Pero ahora la calidad de sus artículos parece estar al mismo nivel que la de sus rivales. Así que el factor diferenciador es, en gran medida, el estilo.
Nike también solía tener allí una clara ventaja. Fundada en 1971 por Phil Knight y su entrenador de atletismo universitario Bill Bowerman. La marca convirtió a Knight en uno de los grandes empresarios de la historia.
Knight impulsó la fortuna de la compañía fichando a atletas estrella como embajadores. El primero fue el ícono del atletismo norteamericano Steve Prefontaine. Luego se sumó la leyenda del tenis John McEnroe. El golpe maestro fue Michael Jordan, quizá el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos y un ícono global, gracias en parte a Nike.
Una acción que se disparó hasta la luna
La combinación de rendimiento y estilo de primera categoría en los productos de Nike hizo que sus beneficios y el precio de sus acciones subieran sin parar. Desde su salida a bolsa en 1980 hasta 2021, el valor de la acción se disparó un 92.500%.
Pero todo cambió a partir de 2021. Entre noviembre de ese año y abril de 2025, la acción se desplomó un 70%. Nike sufrió por el avance de sus competidores, la falta de innovación en productos de alto rendimiento, la ausencia de nuevas modas atractivas y la decisión de reducir las ventas a través de algunos de sus mayoristas, como Foot Locker (NYSE: FL).
La compañía intentó vender más directamente al consumidor a través de su sitio web, eliminando intermediarios para quedarse con más margen de ganancia. La estrategia fracasó, Nike alejó a los mayoristas mientras que las ventas directas terminaron cayendo.
Ahora la compañía busca recuperarse. En 2024 cambió de CEO y nombró a Elliott Hill, ex ejecutivo de Nike, como máximo responsable. El implementó un plan de reestructuración llamado Win Now. La idea es reactivar las alianzas mayoristas, potenciar el comercio electrónico premium, mejorar la innovación en productos y pasar de un enfoque de estilo de vida a uno basado en el rendimiento.
El factor moda y las ganancias
El enfoque en productos de rendimiento podría depender más de la moda que de la funcionalidad, dado el proceso de estandarización mencionado. Puede que la moda sea lo que realmente distingue a los artículos de alto rendimiento.
En cualquier caso, el plan de recuperación aún no ha sido suficiente para revertir la caída de ganancias. Los ingresos bajaron un 10% en el año terminado el 31 de mayo y las utilidades cayeron un 44%. Sin embargo, en los últimos trimestres las ganancias han superado las expectativas de los analistas y muchos inversionistas y analistas son optimistas sobre el futuro de Nike. De hecho, la acción ha saltado un 42% desde su mínimo de abril.
Uno de los optimistas es David Swartz, analista de Morningstar. “Creemos que la compañía se recuperará de sus problemas recientes”, escribió en un comentario. “Aunque enfrenta una competencia significativa, ha demostrado durante mucho tiempo que puede mantener su participación de mercado y sus precios.”
La recuperación de Nike es sin duda posible y puede depender del éxito de su apuesta por la moda.
El autor posee acciones de Nike
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