Lululemon busca superar sus dificultades

Dan Weil Analista de Noticias de Mercado

La marca de ropa athleisure Lululemon Athletica (NASDAQ: LULU) fue la niña bonita durante la pandemia de Covid.

Las personas confinadas en casa, especialmente mujeres, disfrutaban usando los leggings y tops de alta calidad de la compañía, tanto para hacer deporte como para descansar, de ahí el término “athleisure”. Además de ropa, Lululemon vende calzado y accesorios como colchonetas de yoga.

Sin embargo, en los últimos 21 meses la empresa ha tenido un fuerte tropiezo. Su acción se ha desplomado un 55% en lo que va del año. Lululemon ha enfrentado varios problemas:

  • Mayores aranceles en EE. UU., incluyendo la eliminación el mes pasado de la exención de arancel de minimis para envíos de hasta US$800.
  • Diseños de producto poco inspiradores.
  • Competencia de nuevos actores como Alo Yoga y Vuori.
  • La inflación ha elevado los costos de la compañía y la ha obligado a subir precios, alejando a algunos clientes.
  • Dificultades económicas para quienes no son de altos ingresos, lo que los hace menos dispuestos a pagar por los productos de Lululemon.

Claro está, no es que la compañía esté al borde de la desaparición. Sus ingresos aumentaron un respetable 7% alcanzando los US$2.500 millones en el trimestre finalizado el 3 de agosto respecto al año anterior. Pero la utilidad neta cayó 5,6%. Además, Lululemon redujo sus proyecciones de ingresos y ganancias para el año que finaliza el 1 de febrero.

En el último trimestre, las ventas internacionales crecieron 22%, incluyendo un alza de 25% en China, mientras que en EE. UU. permanecieron sin cambios. Eso representa un problema, ya que América (EE. UU., Canadá, donde tiene sede Lululemon y México) aporta el 70% de los ingresos de la compañía.

Enfrentando la realidad

A diferencia de muchas corporaciones con serios vientos en contra, Lululemon no está en negación. Su CEO, Calvin McDonald, reconoció abiertamente los problemas en la conferencia de resultados del 4 de septiembre.

Algunas de sus declaraciones:

  • “Si bien seguimos viendo un impulso positivo [en el extranjero], no estamos satisfechos con los resultados en EE. UU.
  • “Estamos enfrentando otro cambio dentro de la industria relacionado con los aranceles. El aumento de tarifas y la eliminación de la provisión de minimis han tenido un gran impacto en la reducción de nuestra guía.
  • “Aunque [los clientes] están respondiendo bien a muchos de nuestros nuevos estilos, no han reaccionado como esperábamos a los colores de temporada que incorporamos a nuestro surtido principal.
  • “Hemos dejado que los ciclos de vida de nuestros productos se extiendan demasiado en muchas de nuestras categorías principales. Nos hemos vuelto demasiado predecibles en nuestras prendas casuales y hemos perdido oportunidades de crear nuevas tendencias.
  • “Los consumidores están gastando menos en ropa en general, menos en ropa deportiva de alto rendimiento y son más selectivos en sus compras, buscando estilos realmente nuevos.”

¿Cuál es el camino a largo plazo?

Por supuesto, McDonald mantiene una visión positiva a futuro, ya que considera que Lululemon puede corregir sus errores y seguir creciendo en ventas internacionales. La compañía, después de todo, ha triplicado sus ingresos en los últimos seis años.

Algunos analistas también mantienen una postura favorable para la compañía. “Lululemon tiene un plan sólido para ampliar su surtido de productos y su alcance geográfico, mientras fortalece su negocio principal”, escribió el analista de Morningstar, David Swartz.

Otros en cambio, son más pesimistas. Los problemas de la compañía “reducen significativamente la rentabilidad en el corto plazo y aumentan la incertidumbre sobre la rapidez con que se recuperarán las tendencias”, dijo Sharon Zackfia, analista de William Blair, según The Wall Street Journal.

Así que el veredicto sobre hacia dónde se dirige Lululemon aún está abierto.

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