La fórmula de Coca-Cola con caña de azúcar no garantiza mejorar sus resultados financieros

El Martes, la gigante de los refrescos Coca-Cola Co. (NYSE: KO) anunció que lanzará una versión de su emblemática bebida Coca-Cola elaborada con caña de azúcar producida en Estados Unidos, confirmando así una publicación que el expresidente Donald Trump hizo en redes sociales la semana pasada.
En esa publicación, Trump elogió a Coca-Cola por aceptar usar “caña de azúcar real”, agregando: “¡Es simplemente mejor!”
La versión con caña de azúcar no reemplazará a la Coca-Cola elaborada con jarabe de maíz de alta fructosa, sino que será un producto adicional que llegará a los estantes en algún momento del otoño. El anuncio se hizo durante la presentación de resultados trimestrales de la compañía, en la que reportó un aumento del 1% en sus ingresos, alcanzando los 12.500 millones USD, por debajo de las expectativas de los analistas, que eran de 12.570 millones USD. En las operaciones de la tarde, las acciones de Coca-Cola bajaban un 0,67% respecto al precio de apertura del martes, de 70,19 USD.
Las acciones de los productores de jarabe de maíz sufrieron una leve inestabilidad tras el anuncio de Trump la semana pasada sobre el cambio de endulzante, pero ya se habían recuperado para el Martes. Las acciones de Archer Daniels Midland Co. (NYSE: ADM) subieron un 2,3% desde el día anterior a la publicación de Trump, mientras que las de Ingredion Inc. (NYSE: INGR) también subieron ligeramente, superando su precio previo de 134,12 USD.
El cambio hacia la caña de azúcar agradaría al secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., quien ha calificado al jarabe de maíz como “una fórmula para volverse obeso y diabético” y ha manifestado su deseo de prohibir este endulzante. Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) sostiene que no hay diferencias nutricionales entre la caña de azúcar y el jarabe de maíz, su uso generalizado en una gran variedad de alimentos procesados se ha vinculado con la obesidad y la inflamación derivadas del consumo excesivo de azúcar. El jarabe de maíz es un ingrediente añadido en aderezos, galletas saladas, bebidas deportivas, barras de granola, yogur e incluso requesón.
Si bien el cambio a la caña de azúcar no convertirá a Coca-Cola en un alimento saludable, muchos aficionados a la “Coca mexicana”, elaborada con este tipo de azúcar, consideran que su sabor es “más limpio”. De los más de 6.000 millones de cajas que se venden anualmente en Norte América, Coca-Cola comercializa unos pocos millones de botellas de “Coca mexicana” en EE. UU. como un artículo especial. Aunque las plantas embotelladoras mexicanas de Coca-Cola usan caña de azúcar, en EE. UU. se prefiere el jarabe de maíz por ser más barato y fácil de conseguir.
Gracias a los métodos de producción altamente automatizados en EE. UU. y a los generosos subsidios federales al maíz, el jarabe de maíz cuesta aproximadamente la mitad que la caña de azúcar, cuya producción de mano de obra es más intensiva.
Según algunas estimaciones, la Coca-Cola con caña de azúcar podría costar entre un 10% y un 15% más. Si Coca-Cola eliminará completamente el jarabe de maíz y lo sustituyera por caña de azúcar, los mayoristas podrían enfrentar un aumento estimado de 103.000 millones USD en costos. Este incremento se produciría antes de considerar cualquier gasto adicional derivado de los aranceles que la administración estadounidense amenaza con imponer a las importaciones de azúcar desde México y Brasil, así como del aumento de precios que podría generar una mayor demanda frente a la limitada oferta mundial de caña de azúcar.
No existen acciones puras dedicadas exclusivamente a la caña de azúcar, pero dos de los principales productores; Adecoagro S.A. (NYSE: AGRO) y Cosan SA (NYSE: CSAN); son holdings empresariales que también operan en los sectores energético y de etanol. Las acciones de Cosan cayeron tras conocerse la noticia sobre Coca-Cola, mientras que las de Adecoagro subieron brevemente antes de volver a sus niveles anteriores.
El mayor obstáculo para que Coca-Cola u otra empresa alimentaria reemplace completamente el jarabe de maíz es que, según expertos agrícolas, el cambio a la caña de azúcar sería prácticamente imposible. En EE. UU., la caña de azúcar se produce sólo en dos estados; Florida y Luisiana y ampliar su cultivo sería complicado y costoso. El país consume aproximadamente 12,5 millones de toneladas de azúcar al año, pero solo produce 4 millones de toneladas de caña de azúcar, dependiendo de importaciones desde Brasil y otros países, así como del azúcar de la remolacha, para cubrir la demanda en productos que no sean refrescos.
Más allá de cualquier debate sobre los endulzantes, Coca-Cola ha sido un pilar en el sector de bienes de consumo básico, con un crecimiento constante en ventas y en el precio de sus acciones a lo largo de los años. La empresa paga un dividendo trimestral regular, que aumentó de $0,485 a $0,51 por acción en los dos últimos trimestres. Coca-Cola es considerada uno de los principales “reyes del dividendo”, es decir, acciones que han aumentado su dividendo durante al menos 50 años consecutivos. En el caso de Coca-Cola, su historial de dividendos abarca 62 años seguidos. Es la acción que Berkshire Hathaway, el conglomerado de Warren Buffett, ha mantenido durante más tiempo en su portafolio. Coca-Cola supera regularmente las estimaciones de ganancias y cerca de una veintena de analistas califican sus acciones como una “compra” o “compra fuerte”.