Kering haciéndose cargo del negocio

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Kering (BATS:KER), dueños de Gucci, Balenciaga, Brioni e Yves Saint Laurent, por nombrar algunos, logró una hazaña sorprendente recientemente, aparentemente en silencio en un acuerdo en efectivo para adquirir Creed por 3.500 millones de euros ($3.830 millones de dólares).

Creed, una empresa con una herencia, un prestigio y un pedigrí consagrados desde la década de 1760 – siendo el proveedor oficial de la casa real en París, ha estado desarrollando fragancias y prendas durante 260 años, a través de siete generaciones – no podía ser adquirida durante siglos por cualquier conglomerado de productos de lujo.

Sin embargo, de alguna manera, Kering lo logró, una victoria inesperada que se llevó la preciada joya para agregarla a sus tenencias de marcas de lujo, catapultándolos a la industria de la belleza, su nueva iniciativa, con clase.

Entonces, ¿cómo fue posible esta adquisición, considerando la historia generacional de Creed?

Parece magistralmente, en el 2020, la casa de perfumes de Creed se vendió a BlackRock Long Term Private Capital y a Javier Ferrán, presidente de Diageo, que cotiza públicamente, lo que aplanó un camino improbable  para Kering que de otra manera no habría podido existir. ¿Podría Blackrock haber comprado a Creed hace casi tres años por este motivo específico? ¿Para empaquetar y envolver a Creed para el invitado adecuado?

Sería difícil creer que no hubieran otras compañías poderosas en línea para competir en la oferta por la joya real, que es Creed, especialmente con gigantes en el mercado de fragancias como LVMH (BATS:MC), Estee Lauder Companies Inc (NYSE:EL), y propietario del perfume Giorgio Armani – Grupo L’Oréal (BATS:OR).

¿Por qué Kering, por encima de los gigantes del lujo, tiene una oportunidad en el mercado de las fragancias y los cosméticos? En febrero de 2023, Kering anunció que la veterana de la industria, Raffaella Cornoaggia, anteriormente vicepresidenta sénior y gerente general de International Business Estee Lauder, encabezaría Kering Beauté. Está claro que Kering se está reorganizando y a su vez ésta ejecutando maniobras estratégicas a la ofensiva, desde absorber marcas creíbles hasta la reestructuración de sus altos cargos. Además, el CEO de Gucci, Marco Bizzarri, dejará la marca principal de Kering el 23 de septiembre de 2023, para ser reemplazado por Jean-François Palus como nuevo CEO, para el período de transición, quien es el actual director gerente de Kering.

Como si todo esto no fuera suficiente, Kering ha adoptado recientemente otro hábil enfoque: compró una participación del 30% por 1.700 millones de euros en Valentino: una marca de moda italiana, actualmente propiedad de Mayhoola, la familia real de Qatar, comprada en 2012 y fundada por el diseñador Valentino Garavani en Roma, en 1960. Junto con una opción adicional para poder comprar el 100% de Valentino para el 2028, que tiene 211 tiendas alrededor del mundo con una facturación de 1.400 millones de euros y un ebitda de 350 millones de euros.
Kering claramente se está ocupando de hacer lo necesario en su segmento que no está lleno de novedades y desarrollos emocionantes.