Las compañías que reciben pedidos gubernamentales por miles de millones de dólares tienen altas probabilidades de éxito. Así es como los inversionistas ven a Huntington Ingalls Industries (NYSE: HII).
HII, el mayor constructor naval militar del país, ha visto cómo sus acciones se dispararon un 53% en los últimos seis meses. El mayor catalizador detrás de este movimiento fue la orden de febrero del presidente Trump para impulsar la industria naval. Esto implica incentivos fiscales para los fabricantes y la creación de una nueva oficina de construcción naval en la Casa Blanca.
“La orden parece consolidar el enfoque de la administración en la mano de obra marítima nacional, las cadenas de suministro y la producción”, escribió el analista de Goldman Sachs, Noah Poponak, en un comentario. “Eso podría impulsar al alza los márgenes de Huntington”.
El margen operativo de HII fue de 5,3% en el segundo trimestre. No es un nivel alto. Grandes beneficios no forman parte de la ecuación de HII, pero sí ganancias consistentes y eso también tiene valor. “Buscamos la durabilidad de las utilidades económicas, no necesariamente su magnitud”, escribió el analista de Morningstar, Nicolas Owens.
“Aunque HII genera solo unos pocos puntos porcentuales de rentabilidad por encima de su costo de capital, vemos que esos retornos tienen una probabilidad inusualmente alta de persistir más de 20 años”.
Amplias necesidades de defensa
Dado el conflicto geopolítico que está hirviendo en distintas partes del mundo, parece que habrá mucha demanda para los productos de HII. La ley de presupuesto aprobada en julio aumenta el gasto en defensa en US$150.000 millones para los próximos 10 años. “Esperamos que la construcción naval de la Armada sea una alta prioridad dentro del presupuesto de defensa a mediano plazo y que Huntington se beneficie”, dijo Poponak.
HII participa en casi todos los proyectos relevantes de construcción naval militar. Es el único proveedor en áreas como portaaviones. Entre los productos de defensa, los buques tienen el ciclo de vida más largo. Pueden tardar años en fabricarse y permanecer en uso alrededor de 50 años, señala Owens. Eso se traduce en un flujo constante y prolongado de ingresos para HII.
Los productos más importantes de la compañía son los submarinos nucleares y los grandes buques de guerra de superficie. Por ahora, los portaaviones también son un mercado fuerte para HII. Pero eso podría cambiar, ya que la Marina busca reducir la proporción de su flota concentrada en unos pocos barcos, advierte Owens.
Entre los buques más emblemáticos de la compañía están el USS Enterprise, el primer portaaviones nuclear; los buques anfibios de asalto clase América y los destructores clase Arleigh Burke.
Resultados financieros
Los ingresos de HII crecieron 3,5% en el segundo trimestre frente al año anterior, hasta US $3.100 millones, mientras que la ganancia cayó 12% a US$152 millones. Sin embargo, la rentabilidad puede ser volátil trimestre a trimestre, ya que los contratos gubernamentales de largo plazo exponen a la compañía a riesgos de inflación, mano de obra y cadenas de suministro. Pequeños ajustes de calendario pueden alterar drásticamente los resultados trimestrales, señaló Owens. De hecho, la ganancia del segundo trimestre superó las previsiones de los analistas.
La producción de Huntington se desaceleró en los últimos trimestres debido a la dificultad de retener trabajadores calificados en sus astilleros. Pero el CEO, Chris Kastner, afirma que ese problema se está aliviando, al igual que las tensiones en la cadena de suministro. Aun así, reconoció que “el riesgo persiste para algunos equipos clave”, según dijo en la conferencia de resultados de julio.
Además, “los próximos 18 meses serán un reto, ya que estamos en transición de los buques contratados antes del Covid hacia nuestros nuevos contratos”, agregó Kastner.
En conclusión, no todo va viento en popa para HII, pero sí cuenta con viento favorable a su favor.
El autor posee acciones de Huntington Ingalls.
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