Embraer vuela alto, pero enfrenta turbulencias arancelarias

Hasta hace poco, la brasileña Embraer (NYSE: ERJ), el tercer mayor fabricante de aviones comerciales del mundo, vivía una etapa encantadora.
Encontró un nicho fabricando aviones regionales, un segmento que no era prioridad para sus competidores más grandes como Boeing (NYSE: BA) y Airbus (CBOE: AIR). “El hecho de que siquiera exista ya es fenomenal”, dice la periodista de Bloomberg, Tracy Alloway. “No creo que mucha gente hubiera imaginado que el tercer mayor fabricante de aviones del mundo esté en Brasil”.
Embraer es reconocida por la calidad de sus productos, en especial su familia de jets regionales E-Jet (con capacidad para entre 70 y 130 pasajeros). Estos aviones medianos incluyen los modelos E170, E175, E190 y E195. La demanda por este tipo de aeronaves ha crecido en los últimos años, ya que las aerolíneas están priorizando rutas más cortas. Embraer también fabrica jets ejecutivos muy bien valorados y de gran venta, como las series Phenom y Praetor.
La compañía fue fundada por el gobierno en 1969, se privatizó en 1994 y salió a bolsa en el año 2000. Desde entonces, ha recorrido un largo camino. Sus ingresos aumentaron un 23%, alcanzando 1.100 millones USD en el primer trimestre respecto al año anterior.
“El hecho de que hayan sido capaces de crear una empresa y entregar aviones que el mercado realmente quería es impresionante”, dijo Richard Aboulafia, director gerente de la consultora AeroDynamic Advisory, a Bloomberg.
“Han pasado por múltiples transformaciones a lo largo de los años, convirtiéndose en un proveedor respetado tanto para aerolíneas como para clientes de aviación ejecutiva e incluso militares. Es bastante notable, considerando las enormes barreras de entrada que existen en esta industria”.
Historia de la empresa
El gobierno brasileño creó Embraer originalmente para suministrar aviones al sector militar. Luego incursionó en el mercado de aeronaves regionales y más adelante, en el segmento de jets ejecutivos, que ofrece márgenes de ganancia más altos.
En el ámbito militar, está fabricando aviones de combate Gripen en colaboración con Saab para la Fuerza Aérea Brasileña. Y lo que Aboulafia califica como “lo más impresionante”, Embraer desarrolló el KC-390, un notable avión de transporte militar que puede realizar reabastecimiento en vuelo para las Fuerzas Aéreas.
Una de las claves del éxito de la compañía ha sido su fuerte cultura de ingeniería. Basta recordar que Boeing perdió el rumbo en los últimos 10 años al abandonar su enfoque ingenieril para centrarse en las ganancias.
“Han logrado articular una combinación muy favorable entre una política industrial impulsada por el gobierno y un modelo empresarial transformado hacia una estructura sostenible y rentable,” afirma Aboulafia.
Dado su sólido desempeño financiero y operativo, no es de extrañar que las acciones de Embraer hayan superado ampliamente a las de Boeing en los últimos cinco años. En ese periodo, las acciones de Embraer han subido un 731% frente a un 26% de Boeing. Incluso Airbus está muy rezagada, con una ganancia del 200%.
Tiranía arancelaria
Pero algo vino a aguarle la fiesta a Embraer el pasado 9 de julio: Estados Unidos amenazó con imponer un arancel del 50% a Brasil. Desde el 8 de Julio, las acciones de la compañía han caído un 16%.
Un arancel de esa magnitud podría afectar los ingresos de Embraer tanto como lo hizo la pandemia de Covid, advirtió el CEO Francisco Gomes Neto. La compañía podría verse obligada a subir el precio de sus aviones en EE.UU. en 9 millones USD por unidad.
Con precios que rondan entre 50 y 75 millones USD por jet regional, esto sería un golpe serio. Embraer vende el 45% de sus aviones regionales y el 70% de sus jets ejecutivos en EE. UU.. “Un arancel del 50% podría obligar a la compañía a revisar su plan de negocios e inversiones”, dijo Neto.
Sin embargo, todo esto podría ser una tormenta en un vaso de agua. La política arancelaria estadounidense cambia con frecuencia. Hace menos de tres meses, el mismo Neto restaba importancia al tema. “Los resultados del primer trimestre no se vieron afectados por los aranceles”, dijo. “Y nuestro análisis inicial apunta a un impacto limitado” a futuro.
Así que no descarten a Embraer todavía.