Ecología de la mano de la economía

En pleno verano argentino el calor puede ser agobiante, especialmente en ciertas horas del día. Y si a eso le sumamos los frecuentes cortes de luz que se dan en Buenos Aires y el interior, la vida cotidiana puede complicarse y bastante. Es una situación delicada, sobre todo considerando que las tarifas energéticas han aumentado de forma brusca el último año. Estamos en un contexto de alta inflación y dificultades en el suministro por diferentes motivos, como el conflicto bélico en Ucrania. Estos problemas, sin embargo, son moneda corriente en el país, y afectan a la salud y el bienestar de miles de personas.
Muchos usuarios residenciales, comercios e industrias serán los principales afectados por los bruscos aumentos de las tarifas energéticas. Es evidente la necesidad de un cambio en el paradigma de la electricidad, y lejos de tener una visión pesimista, quisiera focalizar en ciertos aspectos que podrían revertir positivamente el escenario actual. Me voy a enfocar en los paneles solares como alternativa, y de modo particular en una empresa que lidera el mercado americano, pero podría pronto competir palmo a palmo con el monopolio de los gigantes asiáticos. Me refiero a la firma First Solar Inc (NASDAQ: FSLR). Nacida en Arizona en 1999, ha experimentado un crecimiento récord a pesar de su corta edad, hasta el punto de convertirse en 2009 en la primera compañía íntegramente dedicada a la energía solar fotovoltaica, incluida en los índices tecnológicos de Wall Street.
Las energías renovables deberán jugar un rol fundamental a la hora de elaborar estrategias para generar ahorro, autosuficiencia en los hogares y al mismo tiempo un mayor cuidado del medio ambiente a través del uso de energías limpias. Allí es donde First Solar Inc (NASDAQ: FSLR) tiene una ventaja competitiva, más allá del contexto netamente económico de los países occidentales. Sus proyectos están totalmente centrados en minimizar el impacto ambiental y aumentar al máximo la producción de energía libre de contaminación. Los sistemas de la compañía fueron diseñados para generar electricidad sin uso del agua, sin emisiones de CO2 (dióxido de carbono) y sin generación de residuos. Los paneles son de una fina película basada en Teluro de Cadmio, que no depende del Silicio, abaratando así los costos, hasta llegar a ser tan baratos como la misma electricidad convencional.
Por otra parte, en la actualidad se están dando cambios significativos – incluso desde lo geopolítico – y se observa una férrea tendencia hacia la deslocalización de la manufactura de la energía solar, gracias a una mayor atención a la seguridad energética. En los Estados Unidos, por ejemplo, se aprobó en 2022 un incentivo de la producción como parte de la Ley de Reducción de la Inflación. Tal circunstancia permite avizorar un espectacular aumento de la fabricación de energía solar en ese país. First Solar Inc (NASDAQ: FSLR) reúne las condiciones necesarias para ponerse a la cabeza de este cambio. Su compromiso medioambiental se combina con un proceso de fabricación que emplea menos material que otros paneles solares tradicionales, lo que los hace más accesibles y eficientes.
Sus productos tienen una mayor producción de energía por superficie que los competidores directos, lo que significa que pueden generar más electricidad en menos espacio. Algo no menor es que los paneles también pueden aumentar el valor de las viviendas, ya que las casas que los poseen son más atractivas para los compradores, ofreciendo menores costos tarifarios y una fuente de energía empática con el planeta.
Lejos quedaron aquellos primeros prototipos de células solares usados a principios del siglo XX para propulsar grandes embarcaciones. Eran modelos que no llamaban la atención, y que debieron mejorar en cuanto a su diseño para ser comercialmente viables. A medida que se fueron sofisticando, comenzaron a emplearse en aplicaciones espaciales como satélites y naves, donde no hay otra fuente de energía disponible aparte de la propia luz del sol. Hoy los costos de la energía solar han disminuido significativamente debido a los nuevos desarrollos en los procesos de fabricación, los avances tecnológicos y las economías de escala. En el 2000, su precio era de 10 dólares por vatio. En 2014 ya era de 1 dólar por vatio y según proyecciones, promedian los 10 a 20 centavos de dólar por vatio en 2023.
Las energías renovables y limpias deben masificarse y llegar a todos los hogares. Su destino es, a mi criterio, inevitable y sin camino de retorno. El sol es un recurso puro, noble y abundante, y a medida que aprendamos más sobre cómo fabricar estos paneles de manera eficiente, irán desplazando al sistema tradicional hasta hacerse carne en la vida cotidiana de cada uno de nosotros. Por eso celebro la pujanza y tenacidad de compañías pioneras en el rubro como First Solar Inc (NASDAQ: FSLR), porque en un contexto de crisis económica y medioambiental, precios por las nubes y prestaciones defectuosas, abren un panorama alentador hacia un mundo un poco más accesible, amigable, barato y sustentable.