Déficits comerciales: no todo es malo, aranceles aparte

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Un argumento que la Casa Blanca ha utilizado para justificar el aumento de los aranceles es que ayudarían a reducir el creciente déficit comercial de Estados Unidos, beneficiando así a la economía.

Pero no está claro que esa brecha esté perjudicando realmente a la economía. El déficit ascendió a 918.400 millones de dólares en 2024, el segundo total más alto registrado (superado solo en 2022). Eso equivale al 3,1 % del PIB.

Hay un argumento muy simple contra la idea de que los déficits comerciales han sido perjudiciales para la economía: desde que la balanza comercial se volvió consistentemente negativa en 1976, la economía ha registrado un crecimiento anual promedio del PIB de entre 2,5 % y 3 %, según la inteligencia artificial de Google.

De hecho, un déficit comercial puede ser señal de una economía fuerte. Puede reflejar un aumento en la riqueza de los consumidores y/o las empresas que les permite costear importaciones.

El ejemplo de Siegel sobre los beneficios

El dinero gastado en bienes extranjeros también puede regresar a la economía y fortalecerla. Jeremy Siegel, reconocido profesor emérito de finanzas en la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, ofrece un ejemplo ilustrativo en The Wall Street Journal.

Supongamos que un estadounidense compra un automóvil Toyota de 40.000 dólares fabricado en Japón. Toyota tiene tres opciones para utilizar esos dólares, explica Siegel:

  1. «Puede comprar bienes o servicios estadounidenses por valor de 40.000 dólares, en cuyo caso no habría déficit comercial».
  2. «Puede invertir los 40.000 dólares en capital estadounidense, por ejemplo, en el índice S&P 500, bonos del Tesoro o bienes raíces en EE. UU.». Eso, obviamente, beneficia a la economía.
  3. Si Toyota no desea comprar productos o activos financieros estadounidenses, puede vender los dólares a cambio de otra moneda. Pero quienes los compren podrían utilizarlos para adquirir productos o activos financieros estadounidenses.

Superávit en servicios

Otro punto importante a tener en cuenta es que el déficit estadounidense proviene únicamente del comercio de bienes. En lo que respecta a servicios —como software y servicios en la nube—, Estados Unidos registró un superávit de 293.300 millones de dólares el año pasado. Claro que eso vino acompañado de un enorme déficit en bienes: 1,21 billones de dólares.

Ese déficit en bienes refleja en gran parte que, para ciertos productos, resulta más económico fabricarlos en el extranjero que en EE. UU. Pero también puede indicar que algunos fabricantes nacionales tienen dificultades para competir en el mercado local, lo que a su vez puede traducirse en menos empleos y un menor crecimiento económico.

Por lo tanto, el déficit comercial estadounidense tiene consecuencias negativas, sí, pero también implica algunos aspectos positivos que vale la pena tener en cuenta.