El respaldo de la administración Trump podría impulsar a Boeing (NYSE: BA)

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Boeing (NYSE: BA) aparentemente no ha hecho más que meter la pata en los últimos 10 años. Pero ahora, la administración Trump podría estar ayudando a sacar al gigante aeroespacial del atolladero.

Eligió a Boeing para construir el nuevo avión de combate de la Fuerza Aérea, el F-47, quizás en referencia a Donald Trump, el 47.º presidente del país. No se reveló el precio del contrato, pero podría superar los 50.000 millones de dólares, según The Wall Street Journal.

El acuerdo también garantiza a Boeing beneficios durante la fase de desarrollo del proyecto. Por lo tanto, Boeing se beneficiará de una parte importante de los ingresos. Defensa, espacio y seguridad representan el 36 % de los ingresos de Boeing; la aviación comercial, el 34 %; y los servicios globales, el 30 %.

La compañía también podría recibir otro gran favor de la administración Trump. El Departamento de Justicia podría ayudar a Boeing a retirarse de un acuerdo para declararse culpable de haber engañado a los reguladores, según The Journal. El supuesto engaño ocurrió antes de los accidentes del 737 Max de Boeing, que causaron la muerte de 346 personas en 2018 y 2019.

Boeing sin duda necesita ayuda. Ha sufrido problemas con una amplia variedad de vehículos comerciales, de defensa y espaciales en los últimos años. Sus acciones se han desplomado, con una caída acumulada del 34 % en los últimos cinco años.

‘Si no es Boeing, no voy’

Durante décadas, Boeing fue apreciada por la calidad y la seguridad de sus aviones. Había un dicho popular: “Si no es Boeing, no voy”. La pregunta, entonces, es qué provocó la crisis. Parece ser el caso clásico de una empresa que pierde el rumbo a medida que su cultura corporativa se deteriora.

La cultura de Boeing se alejó de su enfoque en la calidad de la ingeniería para centrarse exclusivamente en las ganancias a corto plazo. El cambio se produjo después de que la empresa adquiriera a su competidor McDonnell Douglas en 1997. Los ejecutivos de esa empresa tomaron el control e impusieron el cambio.

Harry Stonecipher, exdirector ejecutivo de McDonnell Douglas que lideró Boeing entre 2003 y 2005, dijo la famosa frase: «Cuando dicen que cambié la cultura de Boeing, esa era la intención: que se gestionara como una empresa en lugar de como una gran firma de ingeniería».

Pero fue precisamente ser una gran firma de ingeniería lo que convirtió a Boeing en una gran empresa. Así, la menor importancia otorgada al diseño de alto nivel y al compromiso con la seguridad llevó a la compañía a una caída en picado. La idea era disparar el valor de las acciones. Sin embargo, desde principios de 1998, estas han subido un 283 %, frente al 489 % que ha ganado el S&P 500.

El actual director ejecutivo de la compañía, Kelly Ortberg, ha reconocido el deterioro de la cultura corporativa de Boeing y se ha comprometido a implementar reformas. Queda por ver si logrará restaurar la cultura que alguna vez definió a la empresa, pero la mano amiga de la administración Trump podría darle a Boeing el impulso que necesita.