La demanda automotriz europea fortalece a los fabricantes alemanes ante la presión de la competencia y el comercio global

Los fabricantes de automóviles alemanes como BMW Group (CBOE: BMW), Mercedes-Benz (CBOE: MBG) y Volkswagen (CBOE: VOW3) están navegando en un mercado global complejo, con Europa emergiendo como un baluarte vital para sus ventas. Un aumento en la demanda de vehículos en Europa, que abarca tanto modelos tradicionales como eléctricos, ha mitigado los desafíos en países como Estados Unidos y China, donde la incertidumbre económica y las barreras comerciales están reformando la industria.
BMW Group entregó 621.271 vehículos a nivel mundial en el segundo trimestre, logrando un modesto aumento del 0,4% en las ventas. Europa impulsó este crecimiento con un aumento del 10,1% en las ventas, neutralizando una fuerte caída del 13,7% en China y un leve incremento del 1,4% en Estados Unidos. Los vehículos eléctricos e híbridos enchufables de la empresa experimentaron un crecimiento del 10,2% en las ventas globales, impulsado por la fuerte demanda de los híbridos enchufables de la marca BMW y los modelos totalmente eléctricos de Mini. La planta de BMW en Spartanburg, Carolina del Sur, que produce modelos como el X3 y el X5, ayuda a proteger a la compañía del arancel del 25% impuesto en abril por EE. UU. a los autos y partes importadas.
En contraste, Mercedes-Benz enfrentó una caída del 9% en las ventas globales, con una disminución del 12% en EE. UU. y una caída del 19% en China, donde la agresiva estrategia de precios de los fabricantes locales intensificó la competencia. Sin embargo, las ventas en Alemania aumentaron un 7%, lo que resalta el papel crucial de Europa. Las ventas de vehículos totalmente eléctricos de la compañía cayeron un 24% en el trimestre. La producción en su planta de Tuscaloosa, Alabama, donde se ensamblan modelos como el SUV GLE, ofrece cierto alivio frente a los aranceles, pero la dependencia de las importaciones sigue afectando el rendimiento.
Volkswagen reportó un aumento del 1,2% en las entregas globales, impulsado por Europa y un incremento del 2,8% en China, a pesar de una caída del 16% en América del Norte. Los vehículos eléctricos representaron el 11% de sus entregas globales en la primera mitad del año, en comparación al 7% del año anterior, lo que refleja el creciente apetito de Europa por los vehículos eléctricos. El próximo informe de resultados de la compañía, previsto para el 25 de julio, ofrecerá más información sobre su trayectoria.
Varios factores explican la fortaleza de las ventas en Europa. La economía relativamente estable de la región, respaldada por las bajas tasas de desempleo —como el 4,1% en EE. UU. en junio, con tendencias similares en Europa— ha mantenido la confianza del consumidor. Las estrictas regulaciones sobre emisiones y los incentivos están acelerando la demanda de vehículos eléctricos e híbridos, en particular para BMW y Volkswagen. Mientras tanto, el arancel de EE. UU. ha afectado más a Mercedes-Benz, mientras que BMW y Volkswagen se benefician de la producción local. En China, la feroz competencia en precios por parte de marcas locales continúa desafiando a los fabricantes alemanes.
De cara al futuro, la cartera diversificada de BMW Group y su sólido desempeño en Europa la posicionan para mantener la estabilidad. Su enfoque en vehículos eléctricos se alinea con las tendencias regionales, lo que probablemente sostendrá el crecimiento en Europa, aunque las caídas en China podrían empujar a la empresa a expandir su producción en Europa o EE. UU. Un crecimiento global modesto del 1 al 3% anual parece factible si la demanda europea se mantiene. Mercedes-Benz, luchando con su dependencia de las importaciones y menores ventas de eléctricos, enfrenta un camino más difícil. Para recuperarse, podría necesitar aumentar la producción en EE. UU. o desarrollar modelos eléctricos más competitivos, con caídas en las ventas que podrían persistir hasta 2025 a menos que se adapten sus estrategias de precios. Europa sigue siendo un salvavidas para estabilizar sus pérdidas globales.
La presencia equilibrada de Volkswagen y el crecimiento en vehículos eléctricos muestran fortaleza, con Europa y China impulsando un posible crecimiento anual de entregas del 2 al 4%, siempre y cuando que las ventas en América del Norte se estabilicen. Sus próximos resultados podrían señalar una inversión más profunda en eléctricos para aprovechar la transición ecológica de Europa.
El camino por delante sigue siendo desafiante, con los aranceles de EE. UU., la guerra de precios en China y la incertidumbre económica global moldeando el panorama. Los fabricantes alemanes podrían necesitar una mayor localización de la producción o ajustar sus precios para mantenerse competitivos. El papel de Europa como ancla de ventas probablemente se fortalecerá, pero lograr una recuperación global sostenida dependerá de cómo se manejen estos obstáculos con habilidad.