Ha sido un año extraordinario para las acciones bancarias, con el índice KBW Nasdaq Bank subiendo un 32 % en lo que va del año, superando con creces el avance del 18 % del S&P 500.
Las acciones del Bank of New York Mellon (NYSE: BK) han tenido un desempeño aún mejor, disparándose un 54 % hasta alcanzar una capitalización de mercado de $82 mil millones de dólares.
Entonces, ¿qué ha llevado al banco más antiguo de Estados Unidos a semejantes niveles vertiginosos? (Bank of New York fue fundado por Alexander Hamilton, uno de los padres fundadores del país, en 1784, y Mellon Bank fue creado por la reconocida familia Mellon en 1870).
La respuesta está en el negocio de custodia, el cual ha sido el principal motor del banco. BNY Mellon es el mayor banco custodio del mundo, con más de $58 billones de dólares en activos bajo custodia o administración.
Escala, fidelidad de los clientes
«Si bien la custodia básica puede ser una oferta poco diferenciada, la escala de la empresa y la fidelidad de sus clientes han contribuido a generar retornos de dos dígitos sobre el capital tangible», escribe el analista de Morningstar Rajiv Bhatia. Esa métrica se situó en 25.6 % en el tercer trimestre, frente al 22.8 % del año anterior.
El segmento de servicios de inversión de BNY Mellon incluye la gestión de activos para inversionistas, junto con servicios de fideicomiso corporativo y certificados de depósito, como los ADRs, para emisores de valores. Los Certificados de Depósito Estadounidenses (ADRs) son acciones de empresas extranjeras denominadas en dólares. BNY Mellon es el mayor proveedor de certificados de depósito del mundo.
BNY ofrece servicios de compensación y gestión de garantías, que representan aproximadamente el 7 % de los ingresos. Bhatia señala que este negocio tiene una ventaja competitiva, ya que es el único proveedor de acuerdos de recompra tripartitos para valores del gobierno de Estados Unidos.
Un acuerdo de recompra tripartita es una operación de financiación a corto plazo en el que un agente tercero (BNY Mellon) gestiona la garantía (los valores) entre el prestamista y el prestatario. BNY se encarga de la selección, custodia, valoración y liquidación de la garantía. Esto minimiza la carga operativa y el riesgo para las partes principales, lo cual es crucial para los operadores que necesitan obtener financiación y para los inversionistas que buscan inversiones seguras y líquidas.
Negocio de gestión de activos y ganancias
Por su parte, Pershing, el cual BNY adquirió por $2 mil millones de dólares en 2003, ofrece servicios de compensación para brokers/dealers y custodia para asesores de inversión registrados. Los asesores de inversión registrados son gestores de patrimonio. «Ese ha sido un punto brillante para BNY», afirmó Bhatia. «Esperamos que Pershing continúe beneficiándose del crecimiento estructural del modelo de asesoría de inversiones (RIA)».
Por último, BNY Mellon cuenta con un negocio de gestión de activos de $2 billones de dólares que genera alrededor del 25 % de los ingresos del banco. Dado que los costos de cambio en este servicio son bajos, Bhatia lo considera una ventaja competitiva menor en comparación con la división de servicios de inversión.
En cuanto a los beneficios, los ingresos de BNY aumentaron un 9 % interanual en el tercer trimestre hasta alcanzar un récord de $5.1 mil millones de dólares. El beneficio por acción se disparó un 25 %, y el margen de beneficio operativo antes de impuestos alcanzó el 36 %, frente al 33 % anterior. La acción ha registrado un retorno anualizado del 40 % en los últimos tres años, del 25 % en los últimos cinco años y del 12 % en los últimos diez años.
Los analistas se muestran optimistas sobre el futuro de BNY Mellon, dadas sus sólidas bases fundamentales. Sin embargo, mantienen cautela respecto a su valoración. El banco tiene una relación precio/beneficio proyectada de 14.3, muy por encima de su promedio de cinco años de 10.9.
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