Los activos alternativos podrían no cumplir las expectativas

Los activos alternativos, como el capital privado y los fondos de cobertura, están de moda en el mundo de la inversión. BlackRock (NYSE: BLK), la mayor gestora de fondos del mundo, con 11,6 billones de dólares en activos bajo gestión, es un buen ejemplo.
El director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, elogia el potencial de los activos alternativos, aunque lamenta su falta de accesibilidad para el inversor promedio.
Durante años, las inversiones alternativas han sido territorio exclusivo de los inversores institucionales. Pero ahora, BlackRock y otras gestoras intentan atraer a los inversores individuales con fondos mutuos y fondos cotizados en bolsa (ETF). Según Morningstar, los activos en estos fondos sumaban 104.000 millones de dólares al 31 de diciembre.
“Los activos que definirán el futuro —centros de datos, puertos, redes eléctricas, las empresas privadas de más rápido crecimiento del mundo— no están disponibles para la mayoría de los inversores”, escribió Fink en su carta anual a los accionistas. “Están en mercados privados, tras altos muros, con puertas que solo se abren para los participantes más ricos o más grandes del mercado.”
Asignación de activos: del 60/40 al 50/30/20
Durante años, la regla general ha sido una cartera compuesta por un 60% de acciones y un 40% de bonos para inversores particulares. Pero Fink sugiere que la cartera del futuro podría acercarse más a un 50% de acciones, 30% de bonos y 20% de activos privados, como bienes raíces, infraestructura y crédito privado.
No obstante, no está garantizado que los fondos de inversión en activos alternativos funcionen bien para los individuos. Un estudio de Morningstar muestra que, en los últimos 15 años, las seis categorías de fondos alternativos que monitorea obtuvieron una rentabilidad inferior a la del mercado bursátil y también a la de una cartera tradicional 60/40.
El índice Morningstar US Stock Market registró una rentabilidad anualizada del 12,9% en ese período, mientras que una cartera 60/40 obtuvo un 8,9%. En cambio, las categorías alternativas oscilaron entre apenas un 1,5% y un 4,2%.
Rendimientos ajustados al riesgo poco atractivos
Es cierto que los fondos alternativos han tenido menor volatilidad que las acciones y que la cartera 60/40, “pero en general no lo suficientemente baja como para generar rendimientos ajustados al riesgo atractivos”, escribió Amy Arnott, estratega de carteras en Morningstar.
Morningstar no otorga a ningún fondo alternativo una calificación superior a la tercera más alta de sus cinco niveles, “lo que ilustra la falta de opciones de inversión de alta convicción en este segmento”, añadió. Además, estos fondos suelen tener gastos elevados, lo que los hace significativamente más caros que los activos tradicionales.
Algunos expertos, como el economista de Harvard Larry Summers, sostienen que invertir en activos alternativos no es más que una apuesta apalancada sobre acciones, lo cual puede implicar una gran volatilidad.
Como referencia del sector, basta mirar a Blackstone (NYSE: BX), el mayor gestor de activos alternativos. Sus acciones han caído 17% este año, tras haber subido 35% el año pasado, 83% en 2023 y haber bajado 40% en 2022. Son variaciones bastante marcadas.
Así que, si bien es posible ganar dinero con inversiones alternativas, no conviene darlas por seguras.