El gigante de la consultoría tecnológica Accenture (NYSE: ACN) siempre ha tenido buena sincronización.
Su predecesora, la división de consultoría de la firma contable Arthur Andersen, realizó un estudio de viabilidad para General Electric a comienzos de la década de 1950, lo que llevó a GE a convertirse en la primera empresa estadounidense en comprar una computadora.
En el año 2000, Andersen Consulting se separó de la firma contable y cambió su nombre a Accenture (Acento en el Futuro). Ese momento resultó fortuito, ya que el cliente contable de Arthur Andersen, Enron, comenzó a derrumbarse al año siguiente en uno de los mayores escándalos corporativos de la historia de EE. UU. Andersen estuvo implicada. Admitió haber destruido documentos y fue condenada por obstrucción a la justicia, lo que llevó a su colapso.
Enfoque tecnológico
Accenture siempre dedicó gran parte de su energía a la tecnología y apostó con todo durante la década de 2010, con un foco en lo digital, la nube y la seguridad. Eso convirtió a la compañía en “el jugador más dominante en la industria de servicios de tecnología de la información, gracias a su destacada reputación, su base de clientes consolidada y su profunda experiencia tecnológica”, escribió el analista de Morningstar Luke Yang en un comentario.
Ofreció un ejemplo claro de cómo esto puede beneficiar a los clientes; “Si un banco planea lanzar una aplicación de banca móvil, Accenture está lista para asistirlo en todo el proceso, que incluye diseño de estrategia, integración de sistemas de TI, desarrollo de aplicaciones a medida, marketing y gestión de infraestructura digital”, señaló Yang.
“Sin Accenture, los clientes deben recurrir a distintos proveedores para obtener esos servicios, lo que podría generar retrasos en el proyecto y sobrecostos”.
Pero todo esto no ha servido de mucho para la acción de Accenture recientemente; ha caído 35% en los últimos seis meses, mientras que el índice S&P 500 ha subido 4%. El retroceso se debió en parte a la reducción del gasto corporativo en servicios de consultoría, ya que muchas compañías esperaban ver qué sucedía con los aranceles. Las contrataciones de Accenture cayeron 6% en el trimestre finalizado el 31 de Mayo frente al año anterior.
Recortes de gasto gubernamental
Las acciones de Accenture también se vieron afectadas por los recortes en el gasto del gobierno federal, muchos impulsados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) bajo Elon Musk. Esto es relevante para la compañía, ya que el 16% de sus ingresos en Norteamérica y el 8% de sus ingresos globales provienen del gobierno de EE. UU..
Los recortes tuvieron un “impacto inmaterial” en los ingresos del trimestre finalizado el 31 de Mayo, pero probablemente reduzcan los ingresos en un 2% durante el trimestre actual y en el año fiscal que termina el 31 de Agosto, dijo la directora financiera de Accenture, Angie Park.
Hasta ahora, las ganancias de Accenture han resistido todos los golpes. Los ingresos crecieron 8% en el último trimestre frente al año anterior, hasta US$17.700 millones. La utilidad neta subió 13% a US$2.200 millones y el margen operativo aumentó de 16% hasta 16,8%.
Aun así, la caída en las contrataciones y los recortes gubernamentales parecen anticipar problemas para Accenture en el corto plazo. Pero la fortaleza fundamental de la compañía podría llevarla hacia adelante en el largo plazo.
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