Atrévete ir donde nadie ha ido

Esa frase es de Star Trek. Y con el lanzamiento esta semana al espacio del capitán Kirk, interpretado por el actor William Shatner, el número de hombres (y mujeres) que abandonan la Tierra aumenta a gran velocidad. A sus 90 años, el Sr. Shatner se ha convertido en la persona de mayor edad que ha viajado al espacio. 

La industria del turismo espacial privado se está calentando con varios actores que compiten por el estatus de pioneros.

Virgin Galactic (NYSE: SPCE) fue la primera en lanzar turistas al espacio, y lo hizo a principios de julio, unos días antes que Jeff Bezos con su nave Blue Origin, llamada New Shepard. Completando los tres grandes está SpaceX, dirigida por Elon Musk, que también es consejero delegado de Tesla (NASDAQ: TSLA) y de la empresa no cotizada Neuralink.

No se ha perdido el amor entre los tres multimillonarios. Después de que Branson saliera al espacio, Bezos, a través de un tuit, se burló de que en realidad no salió al espacio porque el cohete no cruzó la línea Kármán, que suele delimitar los límites del espacio. 

Bezos fue más alto pero se quedó en el espacio suborbital, por lo que Musk a su vez se burló de Bezos. Cuando la NASA adjudicó el contrato del módulo de aterrizaje lunar a SpaceX Bezos lo demandó. En una entrevista Musk dijo sobre la demanda «Creo que debería poner más de su energía en llegar a la órbita que en las demandas, no puedes demandar tu camino a la luna, no importa lo buenos que sean tus abogados.» Luego pasó a comentar la forma y el tamaño del cohete de Blue Origin. 

Ese comentario, más el aspecto real del cohete de Blue Origin, puede hacer pensar que esta nueva carrera espacial no es más que una competición fálica entre multimillonarios.

Bromas aparte, eso sería erróneo en muchos aspectos. Musk es un gran creyente en la colonización de Marte como plan de respaldo para la supervivencia humana en caso de un cambio climático catastrófico. Bezos ha hablado en el pasado de extraer recursos de los asteroides.

Está claro que estas empresas tienen grandes planes no solo para el turismo espacial, sino para negocios más serios como la puesta en órbita de satélites, el traslado de personas a estaciones espaciales y posteriormente a planetas y la extracción de recursos de cuerpos celestes. 

En este sentido, SpaceX está muy por delante. La empresa de Musk ya ha realizado muchas misiones para poner satélites en órbita e incluso ha enviado astronautas a la Estación Espacial Internacional. Una de las misiones terminó en un percance que provocó la destrucción de un satélite de Facebook (NASDAQ: FB) y una disputa entre los dos fundadores. Ninguna de las otras empresas de cohetes ha puesto siquiera uno en órbita. 

Se trata de una industria interesante y emergente que pronto podría ser lo suficientemente asequible como para que algunos  millonarios puedan viajar al espacio suborbital por diversión con la misma facilidad con la que podrían volar en un jet privado. Siempre que se cumplan los obstáculos normativos y no surja ningún problema de seguridad importante que asuste a los clientes potenciales, es posible que pronto veamos a muchos más hombres y mujeres atreviéndose a viajar al espacio.