Ojos en el cielo

Northrop Grumman (NYSE: NOC), es una empresa de defensa e industria aeroespacial que desde los inicios fue elegida por la NASA para diseñar, construir y coordinar las pruebas de funcionamiento previo al lanzamiento del telescopio James Webb el cual fue puesto en órbita en 2021 luego de un esfuerzo de 35 años de planificación, $10 mil millones de dólares y 14 países involucrados además de algunas agencias estatales trabajando en conjunto para hacerlo una realidad.

Este quizás sea uno de los más grandes esfuerzos de la humanidad para entender el origen de todo. Como bien afirma la empresa Northrop Grumman (NYSE: NOC), el principal contratista en la fabricación del artefacto, “Un telescopio espacial es, en cierto sentido, una máquina del tiempo”. No es para menos, teniendo en cuenta que posee un espejo de más de 6 metros de diámetro que busca reflejar los inicios del universo. 

Mientras los periódicos publicaban las primeras fotos impactantes obtenidas por el telescopio Hubble lanzado en 1990, Northrop Grumman (NYSE: NOC) se encontraba trabajando en su sucesor, que aprovecharía una nueva ola de avances tecnológicos para observar galaxias que se formaron unos cientos de millones de años después del Big Bang. Para esto el telescopio debe observar en el espectro infrarrojo, por lo que se sumó al proyecto a la empresa Teledyne Technologies (NYSE: TDY), experta en tecnología infrarroja, ultravioleta y rayos X. 

Así fue como el James Webb fue equipado con detectores infrarrojos sensibles que se utilizan en las cámaras y sensores que analizan la composición química, temperatura y velocidad del objeto que observa. Para que el James Webb opere correctamente, hace falta software especializado. En este punto la empresa Raytheon Technologies (NYSE: RTX) aportó toda su experiencia para desarrollar el software central que proporcionó el comando y control del observatorio, análisis, almacenamiento y descarga de los datos capturados. Raytheon Technologies (NYSE: RTX) participó desde los inicios del proyecto acortando notablemente los tiempos.

El esfuerzo conjunto logró que el James Webb sea lanzado exitosamente en 2021 y las expectativas en la comunidad científica fueron muy altas. Ésta ha sido la mayor oportunidad hasta el momento de aprender más sobre nuestros orígenes y todo aquello que nos rodea. Si bien el objetivo principal de la misión es obtener información sobre los inicios del universo, la investigación puede llevar a descubrir nuevos elementos, sitios que pueden ser visitados y habitados en el futuro por los seres humanos e incluso indicios de vida extraterrestre.

Parece que hubiera pasado una eternidad desde que inventaron los primeros telescopios en Países Bajos a inicios del siglo XVII, pero la finalidad parece ser la misma: entender quienes somos y por qué, observando hacia fuera y explorando la infinidad del universo. La astronomía busca acercarse cada vez más a la respuesta con sus herramientas. Se estima que el telescopio estará operativo entre 5 y 10 años principalmente con energía solar y una pequeña cantidad de combustible. Mientras tanto la NASA ya piensa en el sucesor del James Webb que se llamará HWO (observatorio de mundos habitables). Su nombre genera entusiasmo y nos da una pauta de aquello que se viene. Quizás nuestra evolución sea convertirnos en una Especie Multi Planetaria.