Las ciudades autónomas

La tecnología sin dudas ha transformado la forma en la que los humanos nos comunicamos e interactuamos día a día, desde el posteo de fotos en redes sociales como Instagram hasta las comunicaciones por llamada de voz y/o video por WhatsApp. Estas dos plataformas, propiedad de Meta Platforms Inc. (NASDAQ: META) son solo el inicio del desarrollo de las comunicaciones, ya que el equipo de Mark Zuckerberg también se encuentra trabajando en el metaverso, una realidad que pronto cambiará aún más la forma de interactuar; las experiencias inmersivas están más cerca que nunca.

La era de las comunicaciones está en camino al siguiente nivel, junto al Iot (Internet of Things); en el que no solo los humanos serán los que interactúan, sino que los objetos también lo harán con nosotros y entre ellos. Las casas inteligentes ya son una realidad, pero esto es solo el comienzo, asistentes virtuales o dispositivos electrónicos que pueden ser programados para realizar determinadas acciones automáticamente, son pequeños avances que nos llevan a un futuro totalmente autónomo. Y si pensamos en casas y edificios inteligentes, ¿por qué no pensar en ciudades inteligentes y en todo lo que conlleva?

Los autos, camiones y trenes formarán parte de estas ciudades autónomas y para hacer realidad esta mega infraestructura se necesitan compañías que lleven adelante distintos proyectos para coordinar al milímetro todos los movimientos. El trabajo conjunto de sensores, redes de comunicaciones e inteligencia artificial serán claves para lograr el éxito.

Estar a la vanguardia tecnológica es primordial para el desarrollo de las ciudades inteligentes. Esto incluye la implementación no solo del 5G, sino también de las nuevas tecnologías como wifi de 6ta generación, para poder establecer vías de comunicaciones entre todos los dispositivos que se encuentren en la red. Empresas como NXP Semiconductors (NASDAQ: NXPI) están trabajando en soluciones para hacer realidad las ciudades inteligentes, no solo con las redes, sino también con semiconductores específicos para coches. Esta tecnología denominada V2X fue implementada primeramente por la compañía Ford Motor Co (NYSE: F) y desde el mismo departamento de “coches conectados” afirman que con estos componentes los coches obtienen la capacidad de oír, de la misma manera que nuestros oídos complementan a nuestra visión.

Actualmente, el impulso de esta tecnología se está expandiendo a la industria automotriz, ya que NXP Semiconductors (NASDAQ: NXPI) se encuentra desarrollando más alianzas estratégicas para implementar esos semiconductores en la mayor cantidad de vehículos posibles. El grupo Volkswagen AG (BATS EU: VOW3) es uno de los más importantes, debido a la gran cantidad de marcas que poseen, 12 en total, y entre las más importantes: Audi, Porsche o Scania en el caso de los camiones.

Pero esto no se trata solo de vehículos autónomos, se trata de coordinar la mayor cantidad de sistemas como nunca antes, una danza que tiene que estar perfectamente sincronizada y mientras más dispositivos se conecten mayor será la información disponible, haciendo más fácil la gestión de las grandes urbes. Europa es quien lidera la carrera por las ciudades inteligentes, ya que en países como Austria, las autopistas comienzan a incorporar el sistema V2X para que los automóviles que también lo posean, puedan comunicarse con los semáforos, estaciones de servicio o peajes y brindar todo tipo de información a los conductores. Por otro lado, en Hamburgo, las autoridades portuarias en conjunto con NXP Semiconductors (NASDAQ: NXPI) y Siemens AG (BATS EU: SIE) están implementando estos servicios para gestionar de una manera más eficiente el flujo de tráfico, debido a que la zona es demasiado concurrida. Se han instalado los sistemas V2X en los semáforos portuarios y se estima que más de 150 camiones también lo poseen. Esto evita retrasos o la generación de posibles embotellamientos.

La conectividad y la forma de interactuar están cambiando constantemente y ningún dispositivo quedará fuera de esta revolución que no hace más que solo comenzar. La posibilidad de que los coches se conecten entre ellos, con los teléfonos inteligentes, semáforos y peajes, abre un montón de caminos para llevar la movilidad al siguiente nivel.