La revolución computacional

La industria de la computación está experimentando una revolución, provocada por el reciente éxito de Apple Inc (NASDAQ: AAPL) al transitar de los chips de Intel Corp (NASDAQ: INTC) a los de producción propia «Apple Silicon» y el lanzamiento de su computadora más potente hasta la fecha: la Mac Studio. Las grandes empresas del sector, como Advanced Micro Devices (NASDAQ: AMD), Intel Corp (NASDAQ: INTC) e incluso NVIDIA Corp (NASDAQ: NVDA), saben que se avecina un cambio y que las computadoras personales deben evolucionar. 

Piensa en la cantidad de componentes que hay en una computadora de escritorio y en sus problemas de compatibilidad. Si no eres un fanático de la tecnología y quieres construir una PC confiable sin pagar precios exorbitantes por una prefábricada, te espera una aventura. Aparte de elegir los componentes, tienes que esperar a que te los entreguen por separado, configurarlos y esperar que no haya ningún componente defectuoso, ya que devolverlos es otra gran pérdida de tiempo.. Además, todos estos componentes desperdician una cantidad considerable de material en el embalaje y la producción porque se fabrican individualmente. Apple Inc (NASDAQ: AAPL) podría haber encontrado una solución al creciente problema que tienen la mayoría de las PCs potentes de hoy en día, que consiste en la creciente energía necesaria para hacer funcionar estos ordenadores. 

Al ver que el sector de las computadoras de escritorio casi habían alcanzado su punto máximo en relación con su consumo de energía y rendimiento, Apple Inc (NASDAQ: AAPL) comenzó a desarrollar nuevos procesadores con un nuevo tipo de arquitectura llamada ARM. En 2020, lanzó Apple Silicon, un diseño de chip que permite la creación de Macs más rápidas y con mayor eficiencia energética que los construidos con chips diseñados por Intel Corp (NASDAQ: INTC) y potencialmente mejores que cualquier otro ordenador comercializado actualmente.

El 18 de marzo de 2022, Apple (NASDAQ: APPL) sacó a la venta la «Mac studio M1 max», a un precio inicial de $2999 dólares, una computadora de escritorio de alto rendimiento, todo en uno que no consume tanta energía como los ordenadores actuales. Ha abierto la puerta a un nuevo capítulo en la industria de la computación gracias a la densidad de sus chips y a su escalabilidad infinita. El precio de la innovación siempre es alto, pero con el tiempo y una mayor oferta en el mercado de estas computadoras por parte de distintos competidores, podríamos llegar a un equilibrio en el precio muy por debajo de los actuales. Pero solo el tiempo lo dirá. 

Para entender mejor la tecnología, los procesadores ARM son más eficientes ya que utilizan menos espacio de silicio y menor energía, conservando la energía para una mayor duración de la batería y siendo más escalables. Además, a diferencia de otros procesadores monopolizados en el mercado (x86), los procesadores ARM pueden venderse a cualquiera y desarrollarse de acuerdo a objetivos, llevando la innovación a su máxima expresión. Esto permitiría a las grandes empresas entrar en la carrera de la PC con sus versiones de procesadores ARM, como Alphabet Inc, Samsung Electronics, HP Inc, Dell Technologies Inc, o incluso NVIDIA Corp. 

¿No sería esto positivo para el usuario? En teoría, esto significaría más oferta para la misma demanda al crear una competencia más diversificada, lo que podría repercutir positivamente en los precios y hacer que los ordenadores sean aún más accesibles de lo que son hoy. 

Es importante tener en cuenta que la industria de la computación está llena de contratos y duopolios de película realizados hace décadas, lo que supone una innovación real e inminente. Por ejemplo, Intel Corp (NASDAQ: INTC) y Advanced Micro Devices (NASDAQ: AMD) han estado solas en el mercado de los procesadores gracias a un acuerdo de intercambio de tecnología firmado en 1984 que prohíbe conceder sublicencias de sus procesadores x86 a cualquier otra empresa y lo revoca si alguna de ellas cambia de propietario. Qualcomm Inc (NASDAQ: QCOM) también ha tenido un monopolio en el sector de la computación debido a sus acuerdos de exclusividad con Microsoft Corp. (NASDAQ: MSFT), lo que les convierte en el único proveedor de ordenadores ARM que no son de Apple Inc (NASDAQ: AAPL).

Sin embargo, incluso con este monopolio, empresas como Samsung Electronics (LSE: SMSN) y Alphabet Inc. (NASDAQ: GOOGL) se han visto impulsadas a empezar a fabricar sus procesadores, abriendo el camino a mucha más innovación en el espacio y liberando el mercado que hasta ahora ha estado gobernado por los gigantes de la industria. Se acerca el momento de la verdadera innovación en la industria de la computación. Piénsalo, Intel Corp (NASDAQ: INTC) y Advanced Micro Devices (NASDAQ: AMD) están solas en el mercado de los CPU, y Advanced Micro Devices (NASDAQ: AMD) y NVIDIA Corp. (NASDAQ: NVDA) están solos en el mercado de las GPU. No hay ningún otro fabricante de computadoras de escritorio. Hablando de opciones, ¿verdad? 

La arquitectura ARM podría ser mucho más relevante a largo plazo, ya que la necesidad de procesadores más sostenibles y de menor consumo energético sigue creciendo. Este potencial futuro sería un asco para los que les gusta ensuciarse las manos construyendo su equipo personalizado, pero la alternativa parece mucho más atractiva. La actual generación de hardware ya es muy exigente en cuanto a energía, y no es que los precios de los chips hayan sido bajos últimamente con la ruptura de la cadena de suministro mundial. Además, aparte de que el x86 se creó en 1976 y se sigue utilizando, ¿tiene sentido seguir construyendo con la arquitectura x86 y seguir estando bajo el control de Intel Corp o Advanced Micro Devices? 

El futuro que potencialmente ofrece la arquitectura ARM parece ser el de una mayor diversidad, más competitividad de precios y mejores productos. Además, esto ayudaría al medio ambiente, ya que el cambio a los ordenadores de sobremesa «todo en uno» reduciría sustancialmente los residuos de embalaje y, dado que es mucho más eficiente desde el punto de vista energético, reduciría el consumo de energía de las computadoras de escritorio de todo el mundo. Yo, por mi parte, estoy deseando que esto ocurra.