Los soldados de la guerra digital

Vivimos en un mundo que cada vez empuja más hacia lo digital. Desde el manejo de nuestras finanzas hasta la satisfacción de necesidades como comida, techo o transporte son en gran medida administradas por software en la actualidad. Aplicaciones digitales que facilitan nuestra vida o a las que tal vez, ¿estamos entregando demasiado de nosotros?

¿Qué tan privadas son las aplicaciones que usas en tu día a día? ¿Qué tan seguras son estas? Y en caso de sufrir un ataque cibernético, cómo afectaría tu vida? La ciberdelincuencia es hoy uno de los más grandes problemas de la sociedad, afectando a gobiernos, empresas y personas, ocasionando daños económicos los cuales, según un reciente estudio de McAfee y el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, le cuestan más de un billón de dólares a la economía global entre robos directos y costes ocultos. El problema parece crecer de forma alarmante desde el comienzo de la pandemia, según un informe de INTERPOL, el cual señala las siguientes preocupaciones de cara al futuro: 

Es altamente probable que la ciberdelincuencia siga aumentando a corto plazo. Debido a las vulnerabilidades asociadas al teletrabajo y la posibilidad de obtener mayores ganancias, los ciberdelincuentes seguirán ampliando sus actividades y concebirá unos modus operandi más avanzados y complejos. 

Es probable que, para aprovechar la preocupación de la ciudadanía por la pandemia, los autores de amenazas continúen propagando estafas por Internet y campañas de tipo phishing relacionadas con el coronavirus. 

También es posible que aumenten las estafas a empresas por e-mail mediante suplantación de identidad, como consecuencia de la recesión económica y los cambios que se han producido en el panorama empresarial, lo que generará nuevas oportunidades para la comisión de delitos. 

Ahora que disponemos de vacunas contra la COVID-19, es muy probable que se produzca un repunte del phishing en relación con estos productos médicos, así como de las intrusiones en la red y de los ciberataques para sustraer datos. Al día de hoy no es extraño leer noticias sobre la filtración de datos en Facebook (NASDAQ: FB), la venta de información personal que sufren los usuarios de distintas plataformas y el uso de esta para cometer delitos como suplantación de identidad, ataques a dispositivos móviles o el robo de cripto activos. 

Y estos son solo algunos ejemplos de las formas de actividad maliciosa que podemos encontrar a día de hoy. Pues, en el futuro con la evolución tecnológica exponencial que experimentamos estos ataques probablemente irán mutando, adaptándose a las nuevas tecnologías y volviéndose cada vez más sofisticados. 

Bajo la luz de un problema de tal magnitud queda muy claro que existe una oportunidad real para que prosperen las empresas de ciberseguridad. El gasto en ciberseguridad se situará a finales de 2021 en 150.400 millones de dólares, lo que supone un crecimiento superior al 12%, según las últimas previsiones de los analistas de Gartner quienes señalan que la fuerte tasa de crecimiento refleja la continua demanda de tecnologías para trabajadores remotos y seguridad en la nube. (Una consideración prevista en el informe de INTERPOL antes mencionado). 

Empresas como CyberArk (NASDAQ: CYBR), Juniper (NYSE: JNPR), Cisco (NASDAQ: CSCO), IBM (NYSE: IBM), entre otras, las cuales proporcionan soluciones de seguridad y se encuentran a la vanguardia de estos servicios serán beneficiadas dentro de esta guerra cibernética y experimentarán el crecimiento de este sector de cara al futuro.