El arte de la colaboración

Una tendencia al alza en el mundo de los coleccionables, la moda y los negocios en general son las colaboraciones y asociaciones a gran escala entre marcas y personalidades de los medios de comunicación. En el mundo de la música, por ejemplo, los reportajes y las colaboraciones han sido clave para establecerse como artista y llegar a un público más amplio. Este concepto se ha traducido bastante bien en el mundo de empresas como McDonald’s (NYSE: MCD), que se ha asociado con celebridades como J Balvin o Travis Scott para crear sus propios McDonald’s Meals o empresas como Balenciaga y Gucci (BATS EU: KER) se asociaron recientemente para hacer una línea de moda totalmente nueva creando un universo híbrido que combina las siluetas de Balenciaga con los estampados de Gucci, si eso es lo que te gusta.

Un aspecto de estas asociaciones que las hace interesantes y valiosas para las masas es su oferta limitada. Como sabemos, a las empresas les gusta crear una sensación de urgencia o limitar la oferta de ciertos productos u ofertas para animar a los consumidores a comprar en el momento. Qué mejor manera de atraer el deseo en primer lugar, que hacer suponer a la gente que algo no puede durar demasiado tiempo. Cuando escuchas algo así como una comida de McDonald’s de J Balvin, podrías argumentar que la persona promedio ya asume que esto no durará para siempre. Además, para entender más de esto, necesitas saber de las últimas tendencias, ser parte de la cultura (sea lo que sea que eso signifique), y actuar en el momento.

Pero, no todas las colaboraciones están destinadas a tener éxito. Un buen ejemplo de ello es la asociación de marcas entre las empresas estadounidenses Neiman Marcus (NYSE: ARES) y Target (NYSE:TGT) allá por 2012. Para los que no lo sepan, Neiman Marcus es un gran almacén de lujo centrado en marcas y diseñadores de alta gama, mientras que Target es un minorista de masas centrado en ofrecer productos de calidad a bajo coste. La asociación fue un gran fracaso. Target no podría deshacerse de su inventario ni aunque su vida dependiera de ello. Básicamente, los productos eran demasiado caros para el consumidor medio de Target. Estos no compran necesariamente en función de quién ha creado la pieza, y no están dispuestos a pagar un plus por el nombre de la marca asociado a las piezas. Además, los propios diseñadores creaban artículos poco conocidos. Por ejemplo, Óscar de la Renta (conocido por sus vestidos para mujer) lanzó un tazón de comida para perros con su nombre para la línea Target.

Más allá de ser una idea genial, algunas colaboraciones han beneficiado realmente al planeta de formas muy interesantes. Por ejemplo, para celebrar el 170º aniversario de la asociación entre Tiffany & Co (BATS EU: MC) y Patek Philippe, recientemente lanzaron un Patek Philippe Nautilus Ref 5711/1A-018 con una esfera azul Tiffany solo limitada a 170 piezas. Aunque el reloj es prácticamente imposible de conseguir (uno de ellos superó recientemente los 6 millones de dólares en una subasta), lo que lo convierte en el octavo reloj más caro jamás vendido en una subasta. Los ingresos de esta venta se destinan directamente a The Nature Conservancy (una organización medioambiental mundial centrada en la creación de un mundo en el que las personas y la naturaleza puedan prosperar). Parece que, al final, podría ser cierto lo que dicen: «dos cabezas piensan mejor que una».