Baterias para todos

Tener una larga lista de actividades o proyectos a desarrollar es algo normal en el día a día de las personas; pero algunas, se proponen que estos proyectos cambien nuestra vida y dejen una huella en la humanidad.

En estos momentos el físico Musk se encuentra con varios proyectos ecológicos relacionados con las energías verdes o renovables y, sin dudas, Tesla (NASDAQ: TSLA) encabeza la lista, con su gran flota de autos eléctricos. Además de ser modernos y de última tecnología, sus menores costos de fabricación permitirían, en teoría, un mayor acceso al público en general. ¿Cómo es que piensan reducir estos costos?

La respuesta está en los materiales de construcción y las baterías. Tesla actualmente se encuentra trabajando con baterías tradicionales, las que contienen todos los dispositivos electrónicos, como celulares, computadores, etc. La producción de estas baterías están a cargo de dos empresas de origen asiático, una de ellas es CATL (SHE: 300750) y la otra es Panasonic (TYO: 6752).

Se están haciendo grandes esfuerzos por reducir el uso de materiales tradicionales, ¿Por qué? Debido a que Tesla se enfrenta, como la mayoría de las industrias en estos momentos, a cuellos de botella. Es decir, si Tesla produce 1 millón de automóviles, pero 100 mil baterías, solamente 100 mil autos eléctricos salen al mercado; de aquí nace la necesidad de hacer más sencilla y económica la forma de producir este componente.

Elon Musk, en la conferencia de la Gigafactory de Berlín, comentó los planes de la compañía de autos eléctricos sobre las baterías. La clave va a estar en el manganeso, además de los beneficios económicos que esta materia prima ofrece, al ser tan abundante, permitiría a Tesla generar una independencia en sus proveedores de níquel, un material que está siendo afectado por los actuales conflictos en el este de Europa.

Con la ayuda de materiales abundantes en todo el mundo, la producción de baterías podría expandirse fácilmente, lo que generaría un menor costo de la producción de autos eléctricos y un menor impacto ambiental. Pero este desarrollo requiere una investigación y esta tiene un costo. Tesla invierte $2984 dólares por automóvil vendido en el desarrollo de autos eléctricos, a diferencia de otras compañías que destinan una media de $1000 dólares en investigación y desarrollo a una amplia gama de automóviles, como son los eléctricos, diésel, hidrógeno entre otros.

Esta investigación y desarrollo es fundamental para lograr descubrir materiales o técnicas innovadoras, con un objetivo, lograr una mejor eficiencia en el uso y rendimiento de las baterías. Actualmente fabricantes como General Motors (NYSE: GM) producen coches eléctricos como el Hummer EV, que posee una batería de 212,7 kWh y un Tesla Model X una batería de 100 kWh; la autonomía del Hummer es de 529 Km mientras que la del Tesla Model X es de 534 Km, la clave está en que la batería del Hummer es del doble del tamaño que la del Tesla.

Con un sencillo ejemplo podemos ver cómo las empresas están logrando largas distancias con las baterías tradicionales, pero la eficiencia es el punto débil de la mayoría de fabricantes de autos eléctricos. Tesla se propuso este desafío, generar baterías que no tengan un impacto ambiental y que a su vez permitan reducir los costos de fabricación, reduciendo su actual problema en la cadena de suministros, lo que limita la producción de automóviles.