Big Tech contra Washington

Vamos a tener que hablar de política durante un rato.

Lo siento.

Peor aún, vamos a tener que hablar de la política estadounidense. Lo peor. Lo sé.

Pero, como ya he escrito aquí antes, si te interesan temas relacionados con las grandes compañías tecnológicas (Big Tech), y la mayoría de la gente en el mundo de los negocios está interesada en Big Tech, ya que representa a algunas de las empresas más grandes y poderosas del mundo, entonces necesitas entender lo que está sucediendo en Washington ahora mismo.

En concreto, hay que entender lo que está sucediendo en relación con el esfuerzo político para frenar el poder de estas empresas increíblemente poderosas.

Más sobre ellos en un segundo, pero primero lo que debes tener en cuenta aquí es dos cosas: 1) nada es sencillo cuando se trata de la política estadounidense, pero 2) esto podría ser más sencillo que la mayoría de las cosas.

El malestar por el poder de las grandes empresas tecnológicas (en términos generales se definen como Amazon (NASDAQ: AMZN), Alphabet (NASDAQ: GOOGL), Twitter (NYSE: TWTR) y Facebook (NASDAQ: FB)) es algo que sienten tanto republicanos como demócratas. Es lo más parecido a una cuestión bipartidista que se puede encontrar ahora mismo en Estados Unidos. Parece haber un verdadero deseo de responsabilizar a alguien por el malestar general que siente casi todo el mundo ahora.

Entonces, ¿qué están haciendo exactamente? Como he dicho, hay seis proyectos de ley que acaban de pasar por lo que se llama la fase de comisión. Allí es donde se solucionan los problemas de los proyectos de ley y se comprueba si hay alguna posibilidad de que se aprueben. Los seis han pasado esta fase y ahora van a la Cámara de Representantes, donde empieza la verdadera política. Los demócratas controlan la Cámara y, en general, apoyan estos proyectos de ley, pero eso no significa que sea seguro que se aprueben.

Sin embargo, de los seis, un par de ellos son probables. La Ley de Modernización de las Tasas de Presentación de Fusiones es, en realidad, solo administrativa (aprobaría un aumento de las tasas para las empresas que quieran realizar una fusión) y la Ley de Lugares de Aplicación de las Leyes Antimonopolio de los Estados haría probable que los federales pudieran elegir en qué lugar se juzgan los casos antimonopolio. Esto es importante en los EE. UU., donde se pueden ver resultados judiciales muy diferentes dependiendo del Estado en el que se encuentre.

Así que es probable que se apruebe. Las otras cuatro son más significativas y no está tan claro si serán aprobadas.

La Ley ACCESS pretende crear nuevas normas de portabilidad de datos e interoperabilidad. Algo aburrido, en realidad, pero importante (especialmente a la luz de las preocupaciones sobre la propiedad de los datos de TikTok, compañía china). ¿Recuerdas cuando el expresidente Trump intentó prohibir TikTok? De esto se trata.

Sin embargo, la Ley de Competencia y Oportunidad de las Plataformas y la Ley para Acabar con los Monopolios de las Plataformas son las más jugosas. La primera busca evitar que las grandes empresas tecnológicas engullan a la competencia (pensemos que Facebook es dueña de Instagram) y la segunda quiere obligar a estas empresas que se han hecho demasiado grandes (en la mente de los legisladores) a venderlas.

El capitalismo no funciona sin competencia, es el pensamiento.
Obviamente, las grandes empresas tecnológicas van a intentar asegurarse de que estos proyectos de ley mueran directamente o se modifiquen hasta el punto de que no hagan lo que están diseñadas para hacer.

¿Cómo se desarrollará todo esto? Quién sabe, pero va a afectar a toda la industria.

Y por eso tenemos que hablar a veces de política.