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📈Finanzas

La despedida del efectivo

por
Oriana F Colaborador
We are invited to the farewell to cash

Probablemente llegó el momento que muchos esperábamos y otros temíamos. Estamos transitando la despedida del dinero físico como lo conocíamos. Los billetes han ido transformándose en algo retro e innecesario para las generaciones emergentes y, en consecuencia, también para negocios y empresas que buscan mayor crecimiento e innovación digital.

Desde hace algunos días, carteles señalando “We are going cashless!” empezaron a aparecer en las puertas de los locales de Starbucks en Reino Unido, declarando que la empresa comenzaría a operar únicamente con tarjetas de débito/crédito, contactless y Starbucks Rewards, su app de beneficios y pagos.

Muchos clientes se han mostrado desconcertados por esta medida, pero en esta oportunidad cabe preguntarnos: ¿a qué se debe nuestro apego al efectivo y la moneda?

Sabemos que lo desconocido es un gran reto para la sociedad, pero empezando por el trueque y llegando al dinero virtual, nuestra prioridad siempre han sido poseer un medio de pago. Hoy en día, la tecnología nos ha facilitado una gestión más sencilla y lógica para la evolución de este intercambio comercial a nivel mundial.

Tal vez la forma más básica de comprender esta situación es hacer el ejercicio básico de buscar nuestra billetera física, tomar un billete y preguntarnos: ¿estas impresiones son duraderas?, ¿el efectivo es higiénico?, ¿este medio es garantía de veracidad?, ¿se le puede confiar? Son muchas preguntas las que nos podemos hacer como usuarios del tan manipulado billete. Lo cierto es que, probablemente, al comparar las cualidades del dinero virtual podremos notar que el físico está en clara desventaja desde hace tiempo.

Sin duda, métodos como la billetera digital, los dispositivos wearable (ej. un smartwatch) o las fintech han ganado su merecido espacio en la carrera del comercio. Veamos que, por dar un ejemplo, desde varios años atrás marcas como Starbucks (NASDAQ: SBX) y Uber (NYSE: UBER) han diseñado e implementado plataformas que les permiten a sus clientes interactuar sin necesidad de manejar efectivo en compras simples diarias.

No cabe duda de que los recientes eventos globales también nos han hecho reflexionar sobre el contacto y sus consecuencias. Según Prosper Insights & Analytics, al menos el 30% de cada generación prefiere realizar pagos contactless en su cotidianidad.

Evidentemente, salir ligeros de nuestras casas y sin el riesgo de perder el efectivo también es un gran plus. Menos uso del papel ayuda al medio ambiente. Tecnológicamente, vamos potenciando la innovación tanto de las Fintech como de nuestra experiencia diaria. Y sin lugar a duda, evitar el paso de mano en mano del billete previene la indeseable transmisión de bacterias o suciedad.

Otro caso enorme han sido MercadoLibre Inc (NASDAQ: MELI) y Amazon Inc (NASDAQ: AMZN) en sus distintas regiones. Hablando específicamente de Latinoamérica, hoy en día puedes usar plataformas de pago electrónico como MercadoPago o Ualá para comprar un chocolate en un kiosco o realizar pagos de servicios por NFC sin mayor dificultad.

Tanto es así, que el informe Mastercard Inc (NYSE: MA) New Payments Index 2022 señala que en América Latina se consolidan cada vez más las transacciones digitales: el 95% de los encuestados prevé usar al menos un medio de pago digital en 2022. 

La presencia de la innovación es tan inminente que los exchanges de activos más grandes del mundo están comenzando a ofrecer tarjetas para que los usuarios manejen su dinero libremente en el mercado corriente.

La eficiencia, lo rápido, sencillo y seguro de este intercambio se ha vuelto irrenunciable impulsando el desarrollo tecnológico de cada país.

Sin duda, parte del miedo se ha perdido porque la tecnología nos ha vuelto más competitivos. El mundo ha cambiado y los beneficios del pago digital son cada vez más tangibles. Es cierto que, como todo proceso de cambio, tardará sus años. Sin embargo, se estima que para 2025 el uso de métodos de pago cashless incrementen en un 80% globalmente.

La transformación es inminente, pero tendremos que abrir las apuestas en cuanto a la fecha de la extinción del billete que finalmente dependerá de la intención y proyección de cada sociedad y sus consumidores.

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