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Una mujer que cambió la historia

por
Angie T Colaborador

Si decimos Margaret Roberts nadie parece saber de quién estamos hablando, al menos, en Argentina, lugar donde nací. Sin embargo, es el nombre de una de las mujeres más influyentes en la historia política del mundo del siglo XX. ¿Sabes quién es? Margaret nació en 1925 en Grantham, Reino Unido. Siendo joven se unió a la Asociación del Partido Conservador de su país y en una reunión conoció a un adinerado empresario, con quien se casó. ¿Su nombre? Denis Thatcher.

Misterio resuelto, hablamos de Margaret Thatcher. Luchó para tener éxito en un mundo de hombres, hizo todo lo necesario para llegar al poder. Alguna vez dijo que creía imposible que una mujer fuera Primer Ministro del Reino Unido. Se equivocaba, por ser la primera mujer en ocupar ese cargo, se aseguró un lugar en la historia. Frialdad y resistencia son dos aspectos claves para su apodo: “La Dama de Hierro”. Algunos no la querían por su dureza, otros la admiraban al ver la dureza como una fortaleza. Pudo haber sido la más capaz de los gobernantes británicos, aunque no la más querida.

En 1982 se desata la Guerra de las Islas Faulkland, o de las Islas Malvinas, según de qué lado de la historia estés. Ese año marcó su alma y su mente. Su imagen pública caía rápidamente, el Reino Unido estaba a más de 8000 km de las Islas, y aún en contra de todos los consejos que recibía, envió las tropas; en sus propias palabras “nunca miró hacia atrás”. Lo más polémico de esta guerra fue el hundimiento del Barco General Belgrano. Ella sostuvo que ese barco era un peligro y por eso decidió hundirlo, a pesar de estar fuera de la zona de guerra. Creía que era lo correcto y dijo que lo volvería a hacer. Para muchos, ese fue el golpe de gracia; para los argentinos, el símbolo del repudio.

En Argentina, la historia fue diferente. Aún recuerdo el 2 de abril de 1982 cuando mi madre me despertó feliz diciendo “hoy recuperamos nuestras Islas Malvinas”. En ese momento yo integraba un grupo de danzas. Se hicieron presentaciones para recaudar fondos para nuestros soldados, quienes además de no tener ni las armas ni la preparación física y mental para una guerra, no tenían lo necesario para soportar el hambre y el frío del lugar. Todos aportaban lo que podían. En pocos meses se recaudaron 54 millones de dólares, fue la mayor colecta de la historia argentina. Se trataba de contribuir económicamente a una guerra, que desde antes de comenzar, se sabía tremendamente desigual.

Sin entrar en el debate de vencedores y vencidos, pienso en quienes dieron su vida en la guerra. Ese es siempre el resultado negativo de la historia, sin importar la nacionalidad, la vida es siempre valiosa. Muchos entendieron que Gran Bretaña había recuperado el patriotismo y Margaret, su imagen. Con cada una de sus frases recibía aplausos; la reelección estaba asegurada. No pretendo hacer una valoración sobre decisiones políticas, ni debatir sobre quien tuvo razón. Cada uno vivió su parte de la historia y siente en su corazón lo que cree justo. Para mí, ninguna guerra lo es. Quienes deciden atrás de los escritorios, no arriesgan sus vidas.

Margaret Thatcher tomó decisiones que impulsaron la economía británica. Algunos la veían como alguien que transformaría el país y otros como quien profundizaba la brecha entre ricos y pobres. Liberalizó el mercado laboral, redujo el poder sindical y privatizó amplios sectores de la industria de su país. Con la liberalización de la City londinense, llamada Big Bang de la City, convirtió a Londres en el gran centro financiero europeo; el principal índice Vanguard FTSE Europe (NYSE: VGK) se valorizó en un 75% en sus últimos 5 años en el poder. Este centro también posee el London Metal Exchange (LME), el intercambio de metales más grande del mundo; los contratos de futuros de oro (NYSE: GLD), plata (COMEX: SIH23) y otros metales que son útiles para las industrias, como el cobre (COMEX: HGH23) son liquidados aquí.

Margaret Thatcher fue la persona que más tiempo ocupó el cargo de Primer Ministro del Reino Unido, pero su posición combativa y su intolerancia la llevaron a perder el poder. Lo que no se puede negar es que fue una de las mujeres más influyentes de la historia, logró imponer su visión, aún en contra de muchos. Actualmente, somos testigos del empoderamiento femenino y vemos como cada vez más mujeres ocupan cargos importantes y toman decisiones que lo son aún más, por eso es imposible no hablar de esta mujer.

La Dama de Hierro fue amada por muchos y odiada por muchos también, pero sin lugar a dudas, para nadie fue indiferente.

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