Coca-Cola y sus desafíos ambientales

He podido resaltar los desafíos que actualmente presenta Coca-Cola (NYSE: KO) a nivel mundial con relación a las botellas de plástico desechables de un solo uso. Coca-Cola vende alrededor de 100 mil millones de botellas de plásticos desechables, lo que representa una cantidad de 3500 botellas de plástico por segundo que terminan en la basura. Por otro lado, la empresa ha sido considerada como la mayor contaminadora de plástico del mundo por la organización Break Free From Plastic.

El plástico en el medio ambiente se va fragmentando en trocitos cada vez más diminutos que atraen y acumulan sustancias tóxicas. Estos fragmentos contaminan ya todos los mares y costas del planeta y están presentes en todos los ecosistemas. Sus partículas pequeñas pueden colarse en el torrente sanguíneo, el sistema linfático y alcanzar el hígado.

Coca-Cola se está esforzando en mitigar estos efectos en varios países del mundo. Desarrolla un programa titulado “Mundo sin residuos” el cual tiene como objetivo crear las condiciones necesarias para contar con la infraestructura necesaria para que las botellas de plástico puedan reutilizarse, por lo menos, en veinticinco oportunidades.

Uno de los países que ha tenido una experiencia positiva hasta el momento es Brasil, quien ha creado una nueva botella de plástico la cual puede ser reutilizada por sus nuevas características.

El uso del plástico en Coca-Cola se inicia en los años setenta, ya que era menos costoso que la fabricación del vidrio, el cual tenía que ser recogido y llevado nuevamente a las plantas para su reutilización. Existen otros esfuerzos, aunque con menor impacto. Por ejemplo, en muchos países se continúa con la estrategia de recolección de botellas el cual la hacen muchas personas de forma informal. Esta estrategia aún es insuficiente, ya que no se recolectan suficientes botellas para mitigar el efecto ambiental. Por lo general, estas personas ganan un dólar por kilo de plástico por botella recolectado y llevado a la planta.

El desafío que presenta Coca-Cola a nivel mundial, con respecto al programa “Mundo sin residuos” es enorme ya que, cada país presenta sus propias características culturales, tecnológicas y sociológicas. En los países desarrollados, donde tienen una cultura de mayor responsabilidad ante el reciclaje del plástico es más fácil implementar este tipo de programa. Por otro lado, en países Africanos y algunos de Latinoamérica la situación se hace más comprometedora debido a las dificultades económicas, culturales y de la propia sociedad.

Es un reto que se resuelve de manera sistémica con la participación activa de la sociedad desarrollando hábitos ecológicos ante el uso del plástico de forma constante y consciente en sus hogares y sitios de encuentro y la colaboración proactiva de las empresas, instituciones y gobiernos. En mi opinión, Coca-Cola ha iniciado y avanzado en este propósito y aún tiene que demostrar un mayor liderazgo influenciador que demuestre ante la sociedad su participación activa, en especial, en aquellos países donde las condiciones son más vulnerables y de poca responsabilidad ante el tema.